Llama la atención el pronunciamiento de algunas voces críticas de Valledupar frente a la situación de interinidad administrativa que, en el departamento del Cesar, durante meses se viene presentando en las direcciones regionales de importantes entidades del orden nacional.
Los casos más notables son los de las direcciones regionales del ICBF, ICA y SENA en el Cesar, las cuales no tienen director asignado en propiedad.
Portales digitales y las redes sociales se activaron con contenidos como: “una grave alerta sobre el abandono institucional que vive el departamento del Cesar lanzó el reconocido periodista Carlos Cadena Beleño, al revelar la crítica situación de interinidad que afrontan varias entidades del Estado bajo el gobierno del presidente Gustavo Petro”, publicó el Portal La Verdad.
Luego añade: “hay interinidad a tutiplén en el Cesar, durante el gobierno del presidente @petrogustavo, entidades clave como el ICA acumula cuatro encargos, el SENA dos, y el ICBF siete. Inexplicablemente no llaman a concurso. Sin titularidad no hay planificación, así las cosas, van al garete”. Como era de esperarse, el tema generó debates entre los internautas, unos tratando de justificar la situación alegando freno a la corrupción y otros condenando la actitud del Gobierno nacional.
En realidad, es un asunto que no puede pasar desapercibido en nuestro ámbito local y compartimos el criterio de quienes consideran que “más allá de ser un síntoma de inestabilidad administrativa, representa un obstáculo directo para el buen gobierno y la ejecución eficiente de políticas públicas en la región. La ausencia de directores en propiedad impide trazar planes a largo plazo, tomar decisiones de fondo y garantizar continuidad en la gestión”.
Son hechos que una vez más ponen en evidencia cierto grado de displicencia del gobierno de Gustavo Petro con Valledupar y el Cesar, región que durante todo su mandato no ha estado en su agenda de visitas oficiales para atender y articular la institucionalidad local con la Casa de Nariño.
La interinidad administrativa detiene proyectos, aplaza decisiones, propicia que los recursos sean subutilizados y desconecta a las instituciones con las necesidades reales de la comunidad. Además, hacen que las personas que de manera provisional están al frente de los cargos actúen sin el respaldo político suficiente para ejecutar cambios estructurales, en detrimento de la confianza de los ciudadanos y del mismo talento humano de esas entidades regionales.
Sabemos que el gobierno del presidente Gustavo Petro está en la recta final, pero, aun así, el Cesar no puede seguir siendo un territorio de segundas prioridades. Es necesario que el Gobierno nacional explique con claridad las razones de esta demora y que actúe con celeridad para subsanar una situación que atenta contra la gobernabilidad en el departamento. No se puede hablar de equidad territorial mientras se priva a regiones enteras del mínimo institucional necesario para ejercerla.
Parece ser que el mismo racero se ha aplicado para otras regiones del Caribe colombiano, tal es el caso del departamento del Atlántico donde también varias de sus entidades regionales han estado operando con directores en calidad de encargo, entre ellas el ICBF.
Desde Valledupar hacemos un llamado a toda la dirigencia política no solo del Cesar sino de todo el Caribe colombiano para que exijan que el ciento por ciento de la infraestructura institucional del Estado opere como debe ser en las regiones y no a medias como sucede en la actualidad.











