En entrevista para EL PILÓN, el personero de Chiriguaná, Sergio Jiménez Orellano, dio a conocer su versión sobre las polémicas y denuncias en su contra por hechos ocurridos en el 2024.
Personero Sergio Orellano, ¿cuál es su versión de los hechos registrados en marzo de 2024 en los que fue acusado?
En el mes de marzo de 2024, me encontraba en la ciudad de Barranquilla realizando unas diligencias personales. Estando allá, le escribí a Henio José Domínguez, con quien tenía una relación de confianza, ya que habíamos compartido en varias ocasiones en Chiriguaná. Ese día salimos juntos; lo recogí en mi vehículo y me propuso invitar a una tercera persona, Luis Felipe Infante, quien nos acompañó durante toda la noche.
Inicialmente fuimos a una discoteca, pero decidimos irnos porque no nos gustó el ambiente. Luego nos dirigimos a Plaza del Parque, entramos a Trucupey y compartimos una botella. Posteriormente, Luis Felipe llevó a la mesa a dos mujeres, y entre los cinco consumimos entre dos y tres botellas de aguardiente. Al finalizar la rumba, dejamos a las dos mujeres en el lugar.
Después, continuamos en mi vehículo: Henio José iba de copiloto y Luis Felipe en la parte trasera. Se detuvieron a comprar un six pack de cervezas, con la intención de seguir tomando. Yo les propuse ir al hotel para continuar allí, pero al llegar nos informaron que no había parqueadero disponible. Luego intentamos ingresar a un prostíbulo, pero estaba cerrado, por lo que propuse ir a un motel.
¿Pasó algo en el motel?
En el motel, continuamos bebiendo y pusimos música. Luis Felipe se quedó dormido. En ese momento, me acosté en la cama junto a Henio José, con quien sostuve relaciones sexuales de manera totalmente consensuada.
Al día siguiente, todo transcurrió con normalidad. Henio José se levantó sin ningún inconveniente; incluso le tomé una fotografía (en la que aparece vestido) y se la envié a una amiga muy cercana en ese momento. Al salir del motel, tomé un par de fotos más, en las que ambos aparecemos de pie, conscientes y en buenas condiciones. Luego los llevé a sus respectivos destinos y me dirigí a un centro comercial a realizar unas compras.
Fue entonces cuando esa amiga me escribió de nuevo, alarmada, y me dijo: “Sergio, ¿qué fue lo que hiciste? Aquí ya se sabe todo y están diciendo que tú lo drogaste”. Inmediatamente me preocupé y llamé a Henio José para preguntarle qué estaba ocurriendo. Él me respondió que no recordaba lo que había pasado y me preguntó qué le había hecho. Me sorprendí muchísimo, ya que al salir del motel veníamos cantando a todo volumen en el carro. Incluso habíamos quedado en viajar a Santa Marta al día siguiente para seguir la parranda.
Ante esta situación, acudí a una clínica en Barranquilla para realizarme exámenes toxicológicos, cuyo resultado solo mostró la presencia de alcohol en mi organismo.
¿Entonces por qué lo denunció?
En la denuncia que Henio José presentó ante la Fiscalía, en ningún momento afirmó que yo le hubiese suministrado alguna sustancia para hacerle perder la conciencia, ni que careciera de noción de lo que estaba ocurriendo por efecto de drogas. De hecho, estaba tan consciente que incluso anotó un número de cuenta en mi teléfono, del cual tengo captura de pantalla.
Posteriormente, asistí voluntariamente a la Fiscalía a entregar mi declaración y aportar todas las pruebas que tenía. Desde entonces, no he vuelto a ser requerido por esa entidad.
Lo que más me impactó fue el manejo que le dieron los medios de comunicación. Lo revictimizaron, tergiversaron los hechos y difundieron versiones falsas, lo que me afectó profundamente. Este ha sido un episodio muy doloroso en mi vida, especialmente porque se trata de una acusación tan delicada como lo es una agresión sexual, la cual nunca existió. Esta situación ha tenido repercusiones personales, familiares y profesionales muy fuertes para mí.
Luego hubo otro caso sobre un presunto caso de violencia a una mujer. ¿Qué pasó?
En este caso, salió a la luz una relación que yo había mantenido en la clandestinidad hace más de cinco años. Fue muy fácil comprobar su existencia, ya que existen conversaciones, fotos, audios, y hasta transferencias bancarias que la respaldan.
La situación tomó mayor relevancia debido al escándalo mediático que se generó por el caso de Henio José Domínguez. La madre del joven con quien yo sostenía dicha relación no lo tomó de buena manera, lo cual entiendo, porque ninguna madre querría que su hijo esté vinculado con una persona públicamente señalada (aunque injustamente) de abuso sexual.
Recuerdo que, en medio de ese ambiente de tensión, un día me encontraba compartiendo con un grupo de amigos cuando la señora pasó por el lugar, me vio, y me agredió físicamente. Me dio dos cachetadas delante de todos los presentes.
Quiero dejar muy claro que nunca he agredido a una mujer, ni física ni verbalmente, y mucho menos con la intención de hacerle daño. Rechazo cualquier forma de violencia, y siempre he procurado actuar con respeto hacia todas las personas.
Usted ha dicho que se trata de una persecución política: ¿por qué lo afirma?
Llevo más de cinco años en la vida pública. He sido inspector central de la Policía en Chiriguaná, enlace municipal de víctimas y también trabajé en una entidad nacional como Coljuegos. Conozco bien cómo se maneja la política en nuestro municipio, y puedo decir con certeza que Chiriguaná es uno de los municipios más politizados del departamento; de hecho, en este solo periodo ya han pasado tres alcaldes.
Aquí, en Chiriguaná, los ataques políticos son frecuentes y muchas veces desmedidos. Y hoy, me ha tocado a mí ser la víctima. Me ha tocado exponer mi vida íntima ante todo un pueblo, lo cual no ha sido fácil. He tenido que hablar públicamente de mi orientación sexual, reconociendo que sostuve una relación con otro hombre. Y aunque eso no debería ser un problema, se ha usado en mi contra.
Es doloroso ver cómo el municipio de Chiriguaná ha sido conocido a nivel nacional y departamental por una noticia que me señala como presunto agresor sexual, solo por el hecho de existir una denuncia en mi contra. Los medios de comunicación replicaron la noticia sin contexto, y muchas personas dan por hecho que soy culpable. Yo le tengo miedo a eso: a que una mentira, repetida muchas veces, termine convirtiéndose en una verdad. A que empiecen a verme como un abusador, cuando no lo soy.
A pesar de todo esto, he seguido cumpliendo con mis funciones como personero. Como parte de mi labor, ordené auditorías sobre algunas obras en el municipio, y a raíz de esto, recibí una amenaza por parte de una alta funcionaria del gobierno departamental, la cual hice pública en mis redes sociales. Esa amenaza tenía como propósito cohibirme, impedirme ejercer mi función de control.
Este tipo de presiones han generado malestar en varios sectores políticos del municipio, no solo entre secretarías como la de obras, sino incluso en la misma Alcaldía. Y ahora, están intentando desdibujar todo el trabajo que he venido haciendo, usando aspectos de mi vida personal para desacreditarme. Por todo eso, afirmo con claridad que soy víctima de una persecución política.
Usted es personero, un cargo desde el que debe velar por los derechos. ¿Qué mensaje envía a las personas que han visto estas polémicas?
Soy consciente de la preocupación que han generado los recientes hechos en los que se ha involucrado mi nombre. Como servidor público, siempre he procurado actuar con transparencia, responsabilidad y respeto por las personas.
Lamento profundamente que una situación personal, manipulada y malinterpretada, haya generado dudas o malestar entre ustedes. Aclaro con toda firmeza que en ningún momento he cometido ningún acto indebido o ilegal. He colaborado plenamente con las autoridades y he aportado todas las pruebas necesarias para esclarecer los hechos.
Les pido que no se dejen llevar por rumores o versiones distorsionadas. Confío en la justicia y, sobre todo, en la verdad. Mi compromiso con Chiriguaná sigue intacto. Continuaré trabajando con dedicación por el bienestar de todos y todas, como lo he hecho desde el primer día. Gracias por su comprensión, su respeto y su confianza.
Por Deivis Caro











