COLUMNISTA

Ya comienza el festival, vinieron a invitarme…

Se cierra un nuevo capítulo del Festival de la Leyenda Vallenata, el festival 58 en homenaje a Omar Geles Suárez ya es historia y queda marcado en los anaqueles de la gloria como uno de los festivales más controversiales pero vistosos de los últimos años.

Ya comienza el festival, vinieron a invitarme…

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Se cierra un nuevo capítulo del Festival de la Leyenda Vallenata, el festival 58 en homenaje a Omar Geles Suárez ya es historia y queda marcado en los anaqueles de la gloria como uno de los festivales más controversiales pero vistosos de los últimos años.

Parece mentira que esta oportunidad se le rindiera homenaje a Omar Geles, un rey brillante de notable exaltación que deja un legado extraordinario para las generaciones futuras. Gran acordeonero, excelente compositor, productor, sublime ser humano que le dio lustro al folclor vallenato.

Omar Geles marcó una pauta especial en nuestro folclor,  desde muy niño aprendió a tocar un acordeón que le compraron a su hermano y la historia, ya conocida y exaltada, da cuenta de una fabulosa versión en la que este inquieto niño se convirtió en rey aficionado en 1985, dos años después se corona rey de reyes de esa misma categoría; rey profesional en el año 1989, luego terminó batiéndose en franca lid con Gonzalo Arturo ‘El Cocha’ Molina en el Rey de Reyes, que no pudo ganar; este año, en un homenaje sentido se le concedió la corona póstuma de ‘Rey de Reyes’. Merecida en vida.

Esta versión que culmina recientemente, fue un excelso homenaje al rey eterno Omar Antonio Geles Suárez, añoramos su protagonismo en todos los campos del folclor: como acordeonero, compositor y muchas cosas más que desde niño vaticinara ser protagonista, por ejemplo, su incursión como actor en diferentes episodios de la vida musical del maestro Escalona.

La versión 58 ya es historia, pero hay elementos de análisis que nos citan de manera especial; muchos turistas, los diferentes escenarios de concursos presentaban, cada día, un lleno total. Los niños y niñas protagonistas de una categoría que promete y bastante. 

Los juveniles y aficionados, mostraron la fogosidad de una mocedad impetuosa. Las mujeres, como siempre, siendo protagonistas de primera mano en su categoría. Muy profesionales en su actuar.

En el campo profesional muy buenos acordeonistas, acordeoneros en nuestro popular argot, excelentes cajeros, muy buenos guacharaqueros; una trilogía de instrumentos que enmarcan con categoría de nivel la presentación de cada agrupación en su misión de coronarse rey del festival 58.

Cada grupo presentó sus cartas en los cuatro aires: paseo, merengue, son y puya. Todos muy bien preparados, los que encontraron el camino y lograron ubicarse entre los 26. Protagonistas: El Zorro Hernández, el Zorrillo de Cartagena; el indígena Loperena, Molina, Álvarez, De la Ossa, Julián Rojas, Iván Zuleta, entre otros

Primer descontento del público: la eliminación de Julián Rojas, los comentarios cada vez más fuertes que ya había un dueño de la corona, para cumplirle a una dinastía. Todos señalaban a Iván Zuleta como el ungido de la fundación, solo por ser Zuleta. 

Que estaba tocando muy ‘fúnebre’, diferente a Julián que iba más ‘embalao’ que Montoya en la fórmula uno. En fin, comentarios de toda suerte, como los señalamientos a los jurados, según algunos irresponsables de voz displicente, jurados marionetas, manejados por la fundación, de todo hay en la viña del festival.

Cerrado este capítulo, gana la corona la dinastía Zuleta en los hombros de Iván, esa gran responsabilidad, para unos muy bien ganada la corona, para otros no tanto. Ese es el festival, con controversias y sucesos que le dan su nivel. Gracias a Dios hay Festival, nos vemos en la versión 59, año 2026. Sólo Eso.

Por: Eduardo Santos Ortega Vergara.

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