Israel lleva mucho tiempo imaginando un ataque militar contra las instalaciones nucleares de Irán. El presidente Trump advirtió su desacuerdo con cualquier ataque a Irán. Sin embargo, el ataque llegó el viernes pasado. ¿Por qué Israel atacó a Irán? El plan genuino de Israel es hacer ruido de sables para influir en las conversaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán.
Desde el auge de la República Islámica a finales de la década de 1970, los gobernantes iraníes han prometido repetidamente destruir a Israel. No son menores las preocupaciones de Israel y de occidente (Estados Unidos), según las cuales, Irán su enemigo más feroz, ha desarrollado armamento nuclear. Esas versiones son respaldadas por el Organismo Internacional de Energía Atómica, que aduce que Irán incumple las obligaciones de no proliferación nuclear.
El ataque israelí podría desencadenar una guerra regional que involucraría a Estados Unidos, que hace poco retiró a algunos diplomáticos y personal de Oriente Medio por temor a represalias. De igual manera, una mayor escalada de Rusia contra Ucrania o incursiones de Putin en alguno de los países que rodean el mar báltico. Tampoco es descartable que China vaya por Taiwán.
Los 100 drones que Israel lanzó a instalaciones nucleares iraníes y el asesinato de líderes militares están antecedidos por el ataque que Hamás hizo contra Israel el 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza. Hamás y Hezbolá, respaldados por Irán, han sido diezmados en sus guerras contra Israel. Sin embargo, los iraníes, a través del líder supremo el ayatolá Ali Jamenei han prometido vengar el ataque a sus instalaciones nucleares y el asesinato en Teherán de sus altos líderes militares. Han dicho que responderán con fuerza y que “el final de esta historia será escrito por la mano de Irán”.
Queda por ver si Irán decide atacar instalaciones militares estadounidenses en Oriente Medio, sus líderes creen que el presidente Trump no solo conocía estos ataques con antelación, sino que los respaldó encubiertamente. Estados Unidos afirmó no haber participado en los ataques, pero los israelíes afirmaron que el ataque había sido completamente coordinado con Estados Unidos, y la fuerza aérea israelí depende totalmente de los suministros estadounidenses.
“Iniciar una guerra con Irán es jugar con la cola del león”, manifestó el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian y prometió una “poderosa respuesta” a Israel. En una reveladora advertencia añadió: “El mundo ahora comprende mejor la insistencia de Irán en el derecho al enriquecimiento, la tecnología nuclear y el poder de los misiles, y el enemigo ha hecho posible demostrar nuestra injusticia y nuestra rectitud, quién es el agresor y qué régimen amenaza la seguridad de la región”.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó el ataque de Israel contra Irán, para impedir un programa secreto de construcción de una bomba nuclear. Ese relato completa tres décadas. En retrospectiva el ataque advierte el error de la creación de un “hogar nacional para el pueblo judío” donde había existido una comunidad palestina y concibe una dicotomía en la que una victoria del fanatismo es riesgosa, sobre todo, por las profecías que anuncian el armagedón o el fin de los tiempos y, por la incomprensión política y etnoreligiosa mayor de 100 años que yace en el surgimiento del sionismo como respuesta al antisemitismo.
Por: Luis Díaz.
