Por: Julio Celedón Sánchez
Revisando mi correo electrónico, leí un mensaje de un Banco donde tengo una cuenta corriente (la cual permanece con el saldo en rojo) en donde me avisaban que había sido bloqueada por tener múltiples intentos fallidos para ingresar la clave, debido a la inconformidad que me dio, y en un extraño hibrido arranque de rabia y creatividad, me dije para mis adentros que tal que como mecanismo de defensa inventaran un dispositivo dactilar en todos los teclados de computadores en el que inmediatamente esos ladrones no solo pudieran ser identificados de manera inmediata, sino que además como castigo por su ‘bellaquería’ e intento de perpetuar un delito, las cuentas con problemas o con saldos pendientes por créditos o sobregiros inmediatamente y de manera automática les sean ‘endosadas’ a esos criminales o en su defecto a su licencia de conducción, por decir algo, es decir que les saliera el tiro por la culata o fueran por lana y salieran trasquilados, que no solo tuvieran un intento fallido de crimen sino que además de perder tiempo perdieran dinero, que bacano sería; de seguro quien patente una idea de estas y resulte exitosa seguramente se haría rico.
Los grandes inventos resultan así, en momentos de inspiración, de súbita suerte o también de ocio, hay innovaciones de toda clase y hay otros que se dan de pura chiripa, como el ‘milagroso’ Viagra que inicialmente era una droga para el corazón y termino poniendo a palpitar otra cosa, hay muchos artículos que aún faltan por crearse, lo que si tengo claro es que para el ingenio humano no hay nada imposible, recuerden que somos hechos a imagen y semejanza de Dios y como tal estamos dotados de una gran inteligencia, lo que pasa es que lastimosamente casi siempre la utilizamos es para la maldad, especialmente los colombianos, quienes somos campeones en el ingenio criollo, pero para lo malo.
Existen inventos sencillos pero que son supremamente útiles, mi mamá dice que las sillas rimax son el mejor invento del mundo, y no esta tan desfasada mi vieja; son resistentes, livianas, económicas, se acomodan fácilmente en cualquier parte porque son fáciles de apilar y la verdad son hasta funcionales y mucho más cómodas que los desplazados taburetes o asientos de cuero, recuerdo como hace poco tiempo mirábamos las películas de ficción en donde usaban gafas de visión de rayos x, ya eso dejo de ser fantasía y se convirtió en una realidad.
Deberían inventarse una fresa odontológica silenciosa, creo que lo que más nos asusta a quienes le tenemos pánico al dentista es el sonido de ese ‘bendito’ aparato; un chicle que el sabor le dure tres veces más, una tela térmica para el calor (no sé si ya existe), alguna preparación que permita que nuestros desechos sean inodoros, un ungüento que evite la salida del vello facial y/o corporal en el caso de las mujeres, un remedio realmente efectivo para el estreñimiento, comidas ‘light’ que sean sabrosas y con sabor idéntico a las que son calóricas, un tratamiento eficaz para la caída del pelo, un medicamento sin contraindicaciones que nos permita comer de todo y además adelgace efectivamente, la máquina del tiempo, ‘la pastilla de la paz; que le permita a quien la consuma evitar la ira, los malos pensamientos y perciba tal calma y bienestar que le sea imposible hacerle daño al prójimo y para terminar no podía dejar de mencionar la cura contra el cáncer, que aunque llevan muchos lustros buscándola todavía no la han podido hallar, este si sería un invento revolucionario.
julioceledon@hotmail.com












