Después de una pausa de los temas filosóficos en razón de otros acontecimientos coyunturales importantes que tratar, regresamos a la sabiduría de la antigua Grecia.
En el Libro IV de La República de Platón, se profundiza en el concepto de justicia en el contexto social. A lo largo de los diálogos, se establece que, para comprender la justicia, es necesario trascender el ámbito privado y enfocarse en la comunidad.
Platón sostiene que los gobernantes deben ser los ciudadanos más sabios y que los guardianes han de recibir una educación destinada a la defensa del Estado, sin poseer, ni unos ni otros, bienes privados, sino solo los necesarios para subsistir, promoviendo así un sistema comunista donde su misión es pública.
Glaucón interroga a Sócrates sobre la felicidad, señalando que los guardianes y gobernantes carecen de ella al no tener posesiones. Por tanto, es de observar que Glaucón identifica la felicidad con la posesión de bienes materiales. Otro concepto tiene Sócrates, quien responde que su preocupación no es la felicidad de individuos específicos, sino el bienestar de la comunidad en su conjunto, enseñando, además, que la corrupción de un guardián o gobernante tiene consecuencias más graves que la de un particular; un tema que sigue siendo relevante hoy en día y, infortunadamente, Colombia es un ejemplo triste al respecto.
Mientras que las sociedades modernas valoran la acumulación de riqueza, Platón aboga por un equilibrio, sugiriendo que ni la pobreza extrema ni la riqueza desmesurada son deseables. Reconoce también la lucha de clases y sugiere mantener la armonía, lo cual es más sencillo en sociedades pequeñas, donde cada individuo debería dedicarse a lo que le apasiona.
La música ocupa un lugar central en su filosofía, ya que Platón la considera fundamental para cultivar una sensibilidad armoniosa que contribuya a la cohesión social. Para él, la música no es solo entretenimiento, sino una herramienta educativa para fomentar el orden y la moderación, oponiéndose a las narraciones fabulosas y mentirosas de la épica homérica, que alejan a la enseñanza de la verdad y de la razón.
Platón identifica cuatro virtudes esenciales para un Estado justo: templanza, valor, sabiduría y justicia, entendida como la armonía entre ellas. Un Estado virtuoso debe ser gobernado por individuos prudentes y valientes, promoviendo la templanza entre todos los ciudadanos. Advierte que el buen gobernante es aquel que logra gobernarse a sí mismo (como es ejemplo Colombia).
Además, Platón expone su teoría sobre las tres partes del alma: la racional, que identifica con los gobernantes; la irascible, con los guardianes; y la apetitiva, con los productores. Define la justicia como la armonía en la que cada clase cumple su función sin interferir en las demás (como en Colombia) La injusticia se produce cuando hay intromisión entre las clases, tanto en el Estado como en la vida individual. La justicia, según Platón, es esencial para la felicidad, y sostiene que es preferible ser justo, incluso en desventaja.
Finalmente, defiende la aristocracia, el gobierno de los mejores, es decir, los más capacitados, como un sistema más deseable que la democracia, que él considera menos efectiva debido a la ignorancia de las masas (hay que insistir en el buen ejemplo que da Colombia). rodrigolopezbarros@hotmail.com
Por: Rodrigo López Barros.












