El artículo primero de la Carta Política de 1991 expresa que Colombia es un Estado Social de Derecho. ¿Lo es realmente? Veamos. El concepto opuesto al E.S.D. es un Estado de Derecho que es aquel que defiende a ultranza el imperio de la ley, pues la ley lo es todo, la ley y el orden es lo primero y es lo que debe prevalecer. Por esta línea se van países como los EE. UU. y el Reino Unido. El Estado Social de Derecho es un concepto más evolucionado que propende por una ley con un mayor contenido social, donde impere más que la ley, un orden justo, y donde se reconozcan y garanticen, realmente, los derechos de la ciudadanía. Por esta línea se van países como Francia y España. Ahora bien, ¿se garantizan los derechos de manera real y efectiva en Colombia? Responder este interrogante nos llevaría demasiado tiempo y espacio, pero lo cierto es que ahí está la clave de la discusión. Si usted amable lector(a) considera que tener un centro asistencial donde las citas con el especialista se la dan cada tres meses, y mientras tanto no le suministran los medicamentos de control, se le está garantizando su derecho a la salud, o que tener que matricular a su hijo en el Sena, porque su presupuesto no le alcanza para la carrera de Ingeniería, que su hijo(a) quiere estudiar, se le está garantizando su derecho a la educación, o que los recargos nocturnos para el obrero de una fábrica comiencen a las 9 p. m. hasta las 6 a. m. se le está garantizando su derecho al trabajo porque así lo dice la ley, y punto. El anterior planteamiento nos lleva a asumir una posición de acuerdo al interés que se quiera hacer prevalecer, y es ahí cuando escuchamos decir: “Ya bastante es que tenga un médico que lo atienda, o un centro donde estudiar, o un trabajo que le da para vivir”. Aquí el interés prevalente es la ley, donde la salud, la educación y el trabajo, se convierten en mercancía: “Tómelo o déjelo” (¡!).
El Estado Social de Derecho, propende por la defensa de los derechos humanos, lucha contra las desigualdades para que haya justicia social. Defiende por ejemplo la gratuidad de la educación, el trabajo en condiciones dignas y la propiedad privada que cumpla una función social.
En ese orden de ideas, nos volvemos a preguntar ¿si realmente Colombia es un Estado Social de Derecho, o estamos lejos de serlo?
Nota de cierre: Oramos al Todopoderoso por la salud de nuestro querido primo, Gabriel Aguacha Baute, y agradecemos la solidaridad de quienes nos vienen acompañando con sus oraciones.
Por: Darío Arregocés Baute/ darioarregoces2308@hotmail.com
