Un informe reciente del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) revela que en el departamento del Cesar se registran 4.991 asesinatos selectivos cometidos por distintos grupos paramilitares entre 1944 y el 31 de marzo de 2025, fecha de corte del documento, lo que subraya la persistencia de este fenómeno armado en la región pese a procesos de desmovilización.
Mapa sobre la violencia perpetrada por grupos paramilitares, estructuras armadas que consolidaron control territorial y desplegaron repertorios sistemáticos de violencia contra la población civil en diversas regiones del país. Fuente: CNMH.
Desde los años 70 emergieron las Autodefensas Campesinas del Sur del Cesar y Colombia Sin Guerrillas, lideradas por los hermanos Roberto y Juan Francisco Prada Gamarra, conocidos como Juancho Prada, que operaron en municipios como Aguachica, San Martín y Gamarra para contrarrestar la presencia guerrillera. Hacia fines de los 90, el frente Mártires del Cesar, parte del Bloque Norte de las AUC bajo comandos como Andrés Mauricio Torres León alias Jesucristo, intensificó la violencia con al menos 8 homicidios documentados en sentencias judiciales analizadas por el CNMH, mientras el Frente Héctor Julio Peinado Becerra consolidó el control paramilitar en el sur del Cesar mediante reclutamiento forzado y afectación a jóvenes.
La entrada masiva de paramilitares en 1995, impulsada por figuras como Salvatore Mancuso, desplazó guerrillas y provocó entre 1996 y 2006 al menos 374 secuestros en el corredor minero, según “La maldita tierra” del CNMH, que también registra masacres y despojo de tierras afectando a 72.000 víctimas. Tras la desmovilización de las AUC en 2005, surgieron Grupos Armados Posdesmovilización como herederos, manteniendo el control territorial y violencia contra líderes sociales, con el paramilitarismo atribuido al 47% de muertes en el departamento entre 1975 y 2015.











