Una gran sonrisa, la sencillez y el carisma que caracteriza a los costeños es lo que primero trasmite Yesenia Alandete Cogollo, una enfermera de 43 años que hace tres vive en Valledupar tras llegar de Cartagena.
El fallecimiento de su hijo mayor por causa de un cáncer fue uno de los momentos que más le marcó la vida y generó otras situaciones que afectaron su estabilidad emocional y la de su hogar.
A los 30 años, Yesenia pesaba 70 kilogramos, apenas normal para una mujer que mide 1.75 metros. Pero después que su hijo fue diagnosticado con cáncer, aumentó una ansiedad que mucho tiempo después no pudo controlar.
“Cuando mi hijo se enfermó, necesitó de muchos tratamientos. A veces pasaba ocho días en la clínica y otros ocho en la casa; mientras lo acompañaba empecé a comer más de lo acostumbrado, no me había dado cuenta pero subí de peso y llegué a los 115 kilos, la ansiedad me hacía comer de todo por la preocupación”, afirmó.
Tres años después de conocer sobre su enfermedad, su hijo de 17 años falleció.
“El dolor fue grande, cuando él me decía que se sentía mal me daba más hambre, no podía controlarme, comía mecatos, fritos y gaseosas”, aseguró.
Al igual que Yesenia, muchas personas no se percatan del cambio que su organismo tiene en momentos de ansiedad. La ropa ya no le quedaba por lo que se propuso a sacar fuerzas y voluntad para bajar de peso.
“Después que él muere logré bajar 10 kilos, había evitado alimentos procesados, tomaba jugos, comía ensaladas y tenía una dieta sana, pero volví a subirlos cuando mi esposo se enfermó”, explicó.
La ansiedad es un mecanismo de defensa que se activa cuando una persona experimenta conmoción, intranquilidad, nerviosismo o preocupación. La Organización Mundial de la Salud ha mencionado en muchos informes que existe una relación entre el trinomio estrés, ansiedad y obesidad. De acuerdo a la publicación del Harvard Mental Health Letter “quienes tienen altos índices de ansiedad y/o estrés consumen alimentos altos en azucares o grasas como los chocolates y papas fritas que son carbohidratos y funcionan como fuente de glucosa, lo que produce placer después de comerlos…”
El mismo artículo menciona que quienes comen demasiado por estos trastornos emocionales no pueden controlar las ansías que sienten con ese tipo de alimentos. Por ello no será suficiente una dieta baja en grasas y carbohidratos, debido a que se debe recibir terapia sicológica y grupos de apoyo.
“Por mi experiencia puedo decir que es mejor buscar ayuda profesional porque uno no puede manejar ese estado de ansiedad y lo peor es que puede llevarlo a otra situación peor. Yo me refugiaba en la comida y ahora soy obesa en grado tres”, concluyó.
¿Discriminación por su físico?
La enfermera Yesenia Alandete manifestó que en Valledupar no siente ninguna discriminación por ser obesa. En cambio, lo que sí ha escuchado son consejos para bajar de peso y estar saludable.
A la pregunta: ¿se sometería a una intervención quirúrgica? la mujer de 48 años respondió que en momentos lo ha pensado, especialmente cuando ve una blusa de su gusto y no le queda por sus ‘gorditos’, pero que luego se le pasa y prefiere ser natural.
La voz del especialista
La sicológica vallenata Maira Ropero manifestó que la ansiedad es un trastorno sicológico que genera cambios emocionales y físicos. En el caso de Yesenia dijo que, “las personas se engordan cuando tienen ansiedad es porque no son capaces de manejar alguna situación, o sienten que se le sale algo de las manos. En ese momento se baja un neurotransmisor llamado serotonina y esto hace que emocionalmente se sientan debilitados, bajos de ánimo y por ello intentan como un mecanismo de defensa activarse nuevamente, lo que en ocasiones se hace a través de la comida porque los hace sentir mejor solo por ese instante, después se convierte en un círculo vicioso hasta sentirse mal”.
Ropero añadió que lo primero que se debe hacer es relajarse a través de diferentes técnicas realizables en casa. “Así tomarán conciencia de cómo controlar el cuerpo a través de los pensamientos. Es importante que las personas con ansiedad disminuyan la cafeína, si lo pueden hacer totalmente mejor, debido a que es un activador y puede aumentar los niveles de ansiedad”, precisó.
Otra de las recomendaciones que da la especialista es que se haga ejercicios, porque generan sustancias en el cuerpo que disipan los síntomas de la ansiedad.
“A esto se le agrega una dieta más saludable, y tener en la mano, en el bolso alimentos que se puedan consumir en pequeñas cantidades como frutos secos”, acotó.
Por último, sugirió un buen descanso, es importante dormir bien. Si se complican las cosas se debe buscar ayuda profesional que le brinda atención personalizada.
Por Tatiana Orozco Mazzilli
Tatiana.orozco@elpilon.com.co
