EDUCACION

Padres de familia y estudiantes se oponen a demolición de colegio en Río de Oro, Cesar

De acuerdo con los padres de familia, la institución educativa tiene más de 50 años de historia en el casco urbano y es el plantel con mayor número de estudiantes.

Padres de familia y estudiantes se oponen a demolición de colegio en Río de Oro, Cesar

Padres de familia y estudiantes se oponen a demolición de colegio en Río de Oro, Cesar

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La comunidad educativa del municipio de Río de Oro, Cesar, se encuentra protestando para que no sean demolidos los salones de bachillerato de la institución educativa Alfonso López Pumarejo, plantel ubicado en el casco urbano y que cuenta con alrededor de 756 alumnos, la población estudiantil más alta de este territorio.

De acuerdo con Katia Durán, madre de dos estudiantes de esta institución, los alumnos de grado once, en compañía de sus padres, realizaron una protesta pacífica el pasado 24 de septiembre para pedirle a la Alcaldía que les explicara las razones por las cuales un área tan importante del colegio sería demolida.

“A nosotros no nos informaron que lo iban a demoler. Nos enteramos por las redes sociales gracias a una entrevista que le hicieron al alcalde. Él dijo que sería demolida un área del colegio para construir un hospital. No fue socializado, ni informado a la comunidad. Ese terreno le pertenece al colegio. ¿Dónde van a estudiar los muchachos de bachillerato?”, manifestó Durán. 

Esta madre de familia, que también es egresada de la institución, aseguró que la situación se tornó más álgida luego de que la rectora intentara hacer un convenio con una universidad. Para realizarlo necesitaba las escrituras del predio, y fue entonces cuando se dio cuenta de que el terreno había sido cedido a otra entidad. “Dice en los documentos que el predio le pertenece al Hospital de Río de Oro en cabeza del gerente”.

Los salones que serán demolidos

La asociación de padres de familia le contó a EL PILÓN que, tras la protesta del 24 de septiembre, el mandatario local llegó hasta el sitio y les explicó que sería demolida la infraestructura donde funcionan los salones de bachillerato. También está contemplada la construcción de un muro que separaría el hospital de las demás áreas del colegio.

“Van a demoler esos salones y pretenden que los estudiantes de bachillerato se acomoden en el área de primaria. Allí no hay espacio; por cada grado de bachillerato hay dos salones. Se habla de que hay dinero para construir el hospital, pero no de recursos para este colegio del que se han graduado muchos profesionales”, sostuvieron los padres.

Según los acudientes, la institución cuenta con doble titulación, lo que la hace “indispensable” porque los alumnos se gradúan como técnicos en Informática y, con el Sena, como técnicos en Sistemas. “Entonces ahora nos dicen que los niños deben aguantar una incomodidad de dos años mientras se construye el hospital. Eso es algo inaudito, torpedear de esa manera la formación de nuestros niños”.

La socialización 

Katia Durán comentó que el día de la protesta el alcalde municipal se comprometió a realizar una reunión este miércoles 1 de octubre con los docentes. En dicha reunión estarían presentes la Secretaría Departamental de Salud y de Educación, exalumnos, representantes de los estudiantes y padres de familia, pero esa decisión cambió.

“Este viernes 26 de septiembre enviaron el comunicado oficial para la reunión y no están invitados los egresados, ni estudiantes, ni siquiera los padres de familia. Es una reunión a puertas cerradas y se supone que estamos en una negociación. Eso ha generado más inconformidad”, señaló. 

Agregó que ese mismo viernes algunos acudientes recibieron una citación de la Comisaría de Familia por haber realizado la protesta, que paralizó por unas horas la vía nacional de Río de Oro. “Éramos más de 60 padres de familia en la protesta, que fue pacífica, y nos enviaron esta citación para intimidarnos y decir que lo que se hizo estuvo mal, cuando tenemos todo el derecho de manifestar nuestro descontento. Los niños lo que hicieron fue alzar su voz con pancartas y con la bandera del colegio”.

Los estudios de accidentabilidad 

Para justificar la demolición del área de bachillerato se ha argumentado que el colegio “está deteriorado” y que se han presentado accidentes escolares. Por tal motivo, la demolición sería necesaria y la construcción del hospital en esa área ayudaría a mejorar la atención en salud del municipio.

“El cuento es que el colegio está deteriorado, pero no muestran estudios que digan que hay que demolerlo. Le pedimos a la Alcaldía un reporte de accidentabilidad y tampoco. No hay proyecto de un nuevo colegio ni estudios que muestren que la institución se va a caer”, explicó Durán.

En ese sentido, precisó que la institución funciona en jornada única: los alumnos entran a las seis de la mañana y salen a la una de la tarde. “Si los de bachillerato se mudan para la noche, empezarían a la una y saldrían tipo siete u ocho de la noche. Aparte ven clases con el Sena cuatro días a la semana. ¿En qué horario verían esas clases?”.

Los padres advirtieron con preocupación que en esa área funcionan tres aulas de cómputo, laboratorios y oficinas que no “cabrían en primaria”. Por lo anterior, solicitan que el Ministerio de Educación y la Secretaría de Educación del Cesar estudien el caso para que se les dé una solución en la que no resulten perjudicados los estudiantes.

Por Redacción EL PILÓN

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