Los conquistadores españoles tuvieron conocimiento de que en el ‘Nuevo Mundo’ existía una planta que tenía un sabor dulce, pero no les atrajo. Hoy, cinco siglos después, ese regalo de la naturaleza, la stevia, está en la mira de países como China, Corea, Canadá, Australia, Estados Unidos, Brasil, Paraguay, y naciones de la Unión Europea.
Por su parte, Colombia, país de clima tropical, es uno de los que presenta mejores condiciones para su cultivo, sin embargo, existen cuatro mil hectáreas de déficit de producción de este edulcorante natural. Para cambiar este panorama, y aportar a la productividad en la agroindustria, un grupo de 45 jóvenes del Centro Biotecnológico del Caribe del SENA Regional Cesar, le apuntaron a sembrar el endulzante natural.
Ante la inmensa demanda de los mercados nacionales e internacionales, y luego de investigar sobre cuáles eran esos escenarios en los que la Stevia Rebaudiana, su nombre científico, crecía con mejor calidad, decidieron hacerlo en los terrenos de la entidad, bajo el seguimiento del instructor Luis Felipe Sánchez.
“Instalamos el cultivo y logramos cultivar la stevia trayendo las semillas y plantines (planta con raíz) de Santa Marta, que es lo más difícil y costoso. En el proceso, fueron evidentes las garantías del futuro éxito: el fototropismo positivo de esta zona le conviene, es decir, que entre más luminosidad tenga el área, es mejor para la estevia”, afirmó Sánchez Duarte.
Además, luego de investigar, el grupo del SENA detectó que la stevia del Cesar, tiene más grados brix –medida que determina el dulzor- que en cualquier parte del país. Así mismo, los aprendices, junto al instructor Sánchez, descubrieron que aunque existen cultivos en zonas como Antioquia, los llanos orientales y Córdoba, las tierras y el clima de esta zona producen una planta de excelente calidad. “En conjunto, producimos la mejor stevia de Colombia”, dijo Sánchez.
A todas esas características, los cultivadores agregaron un trabajo manual en todos los procesos, desde el arado de la tierra, hasta el corte de la planta. “Es un proceso sin químicos, nuestra stevia es cien por ciento orgánica”, afirmó Luis Carlos Maldonado Villalba, aprendiz en la formación técnica en manejo de viveros.
Poca difusión, mucho futuro
En la actualidad, las bondades de la stevia son muchas, y su difusión es poca frente a la publicidad del aspartame y el azúcar, cuyos efectos secundarios son nocivos para el cuerpo humano. En contraste, el edulcorante natural ofrece todas las ventajas de estos últimos, sin sus consecuencias negativas.
En Colombia, el consumo de las hojas de stevia para endulzar no es muy popular; entre tanto, en Japón existe una versión especial de Coca-Cola dietética, que incluye este endulzante. La demanda sigue creciendo frente a una oferta baja en el mercado, mientras cada día se descubren más beneficios del edulcorante para los seres humanos.
Rafael Marulanda Brito, médico internista cardiólogo, explicó que estudios científicos demuestran que el consumo de stevia no tiene ningún impacto negativo en pacientes con diabetes, cuyo enemigo principal es la ingesta de azúcar. “El consumo de stevia no está prohibido para pacientes con esta patología, permitiéndoles disfrutar de bebidas dulces sin restricción”.
La diabetes se encuentra entre las primeras cinco causas de muerte en Colombia y su morbilidad también es considerable, aún no hay cura para la enfermedad, que afecta alrededor del 5.2% de la población. Un estudio de la Universidad Nacional indica que el 1% de cada 10 adultos que padece la enfermedad tiene obesidad. “En este aspecto la stevia es un gran aliado para disminuir de peso, gracias a que no contiene calorías y ayuda a disminuir la ansiedad por las comidas y apetencia por los dulces”, dijo Marulanda Brito.
Explicó además que los hábitos no saludables, como alimentarse con comidas ricas en grasas y azúcar, hace que la insulina no funcione en el cuerpo. En ese aspecto, la stevia ayuda a regular dicha hormona y que el organismo almacene menos grasas.
Entre los múltiples beneficios terapéuticos del edulcorante natural, se destacan su acción cardiotónica, que consiste en reforzar el sistema vascular. El esteviósido, su principal componente actúa como hipotensor, regulando la presión. Sobre su efecto en la piel, estudios apuntan a que la planta revitaliza las células epiteliales, ayudando a sanar patologías como acné, dermatitis, seborrea capilar y eczemas.
De la misma manera, la stevia tiene propiedades diuréticas y anticaries. Según el Departamento de Dentistas Pediátricos y Colegio de Químicos de la Universidad de IIlinois, el esteviósido inhibe el crecimiento de las plaquetas y reduce en un 20% la caries.
El camino por recorrer
A este cultivo madre le faltan 20 hectáreas por extenderse en zonas del departamento como la Serranía del Perijá, Sierra Nevada de Santa Marta y el municipio de La Paz. El proyecto, de acuerdo con Farith Paba, subdirector del centro de formación, es incluir comunidades indígenas y pequeños productores.
“Le estamos apuntando a la inclusión social, con la participación de las etnias yukpa y kankuama, asentadas en los municipios de Atánquez y Pueblo Bello; así como a pequeños productores de Manaure. Con seis parcelas ubicadas, pretendemos iniciar en firme la producción”, dijo el Subdirector.
Al tiempo, agregó el instructor Luis Felipe Sánchez, se establecerán cultivos en la zona rural del municipio de La Paz, “con lo que esperamos que regrese la vocación agrícola a la zona, y abrir espacios laborales a la población, que en su mayoría se dedica al comercio ilegal de gasolina, un problema social y una bomba de tiempo”.
Si los conquistadores españoles hubieran conocido lo rentable que es el negocio de la stevia, y lo saludable que es para el cuerpo humano, seguramente les hubiera generado grandes expectativas, como hoy las tienen varios países alrededor del mundo en Colombia.
Cultivo orgánico
Los jóvenes aprendices del SENA lograron sacar una stevia de excelsas características. ¿Cómo lo lograron? El instructor que coordinó el proyecto desde el principio, explicó el proceso.
“Iniciamos arando y rastrillando la tierra donde íbamos a establecer el cultivo madre. El paso a seguir fue hacer las hileras eras o camas, incorporándoles abono orgánico producido por los mismos muchachos del Centro Biotecnológico del Caribe”, dijo Sánchez.
El siguiente paso fue instalar el sistema de riego por goteo, que es el más beneficioso para la stevia, y de allí, situaron un cobertor plástico, llamado mulch, para mitigar el impacto solar al suelo y evitar la maleza. “Al mulch se le hacieron hoyos, donde se insertaron los plantines, enterrándolos suavemente para que no se rompieran ni las raíces, ni las hojas de stevia”, explicó.
