COLUMNISTA

“Tranquilo, Bobby, tranquilo”

Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO* El cinismo con el que llegaron las Farc a la instalación de la mesa de negociación en Oslo, raya con lo indignante y demuestra que las negociaciones no van ser tan expeditas como pretende el gobierno, mucho menos cuando se aborden los temas gruesos. La frase de Jesús Santrich “Tranquilo, Bobby, […]

“Tranquilo, Bobby, tranquilo”

“Tranquilo, Bobby, tranquilo”

Por: Jacobo

@el_pilon

canal de WhatsApp

Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO*

El cinismo con el que llegaron las Farc a la instalación de la mesa de negociación en Oslo, raya con lo indignante y demuestra que las negociaciones no van ser tan expeditas como pretende el gobierno, mucho menos cuando se aborden los temas gruesos. La frase de Jesús Santrich “Tranquilo, Bobby, tranquilo”, refiriéndose al negociador del Gobierno, Humberto De La Calle, le caló a todo el pueblo colombiano, especialmente a las víctimas que no entienden como un tipo prepotente, con una sonrisa mezquina y con gafas tan oscuras como su pasado, pretenda llevarse el protagonismo, lo único que demuestra es cómo este grupo terrorista va a asumir el proceso.
¿Pero qué pretenden las Farc? Desde el punto de vista estratégico, quieren ir sumando victorias parciales para mantener al gobierno durante un buen tiempo en la mesa, hasta que logren relegitimar su papel político en el conflicto, tan depreciado desde que la unión Europea y EEUU, por los fallidos diálogos del Caguán, los declararon terroristas. La lectura general es que el gobierno perdió este primer round ante toda la prensa internacional y salió muy maltrecho por brindarle posibilidades estratégicas, como permitir que se salieran de la agenda y cerrar la rueda de prensa planteando temas alternos, que pueden dar al traste con las conversaciones. A pesar de la posición de Humberto De La Calle, quien procedió ajustado a las reglas. El segundo round será en Cuba, donde las Farc juegan de local y será mucho más difícil para los negociadores llevar las riendas de la mesa y si a eso le sumamos que de acuerdo al diario El Espectador, “el próximo paso sería el de la repatriación del guerrillero”, constituyéndose en una conquista avasalladora y además, la llegada de la holandesa Tanja Anamary Nijmeijer, quien abre muchos espacios internacionales, sobre todo en Europa; la balanza, en el inicio de la negociación, se inclina marcadamente a favor de los terroristas y, como dicen por ahí, el que pega primero pega dos veces. No obstante, en el discurso trasnochado y bastante agresivo de Márquez, se puede apreciar que no están dispuestos a tocar temas de verdad, justicia y reparación, por la mente de ellos no pasa que una organización que “lucha por el pueblo” deba pagar con cárcel su delitos, creo que lo que quieren es La Cruz de Boyacá por desangrar a este país por más de 50 años. Como quien dice, muchos casos que asombraron al país: Bojayá, El Nogal, y ni hablar de reclusión de menores, secuestros, minas antipersona, narcotráfico, no serán reconocidos por sus victimarios. Otro punto que tocó Márquez fue el de “la locomotora minera”. Si bien es cierto, tiene muchas fallas estructurales, propiciadas por el mismo Estado que ha sido permisivo en muchos aspectos, fundamentalmente en lo ambiental y en los ingresos que recibe por concepto de regalías; no es menos cierto, que se ha convertido en un motor de desarrollo para el país y hablar de su desmonte, como afirmó el vocero terrorista, es un despropósito monumental. Sobre la ley de víctimas y tierras también hicieron referencia en malos términos. Es evidente que para las Farc el país está estacionado en el tiempo, con el mismo discurso antiimperialista de Jacobo Arenas en los 70, la misma palabrería de Cano en los 80 y  la misma visión de Tirofijo en el Caguán; que condujeron a lo mismo de lo mismo. Cierro con una frase de Albert Einstein que resume todo este circo “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo”.  “Tranquilo, Bobby, tranquilo”
*Twitter: @JACOBOSOLANOC

TE PUEDE INTERESAR