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Advertencias por la Ruta de la Seda 

Los acercamientos con Xi Jinping generaron reacción inmediata del presidente Donald Trump.  A través de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, “advirtieron” que Estados Unidos tomaría represalias contra Colombia por su adhesión a la Nueva Ruta de la Seda, el megaprograma de inversiones e infraestructuras de China. 

Advertencias por la Ruta de la Seda 

Advertencias por la Ruta de la Seda 

Por: Luis

@el_pilon

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Esta semana estuvo agitada en materia política y comercial. Mientras el presidente Gustavo Petro estaba en Pekín para la reunión de Ministros de Exteriores de China y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), para concretar la adhesión de Colombia a la nueva “Ruta de la Seda”’ (proyecto liderado por China con el cual buscan fortalecer sus lazos económico con Europa, Asia, África y América Latina), en el Congreso de la República se vivieron momentos de disputas y señalamientos debido al hundimiento de la propuesta de la Consulta Popular. ¿Para qué la consulta si tenemos al Congreso de la República?

Los acercamientos con Xi Jinping generaron reacción inmediata del presidente Donald Trump.  A través de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, “advirtieron” que Estados Unidos tomaría represalias contra Colombia por su adhesión a la Nueva Ruta de la Seda, el megaprograma de inversiones e infraestructuras de China. 

Estos hechos coinciden con el aniversario trece de las relaciones comerciales entre Colombia y Estados Unidos. Desde la firma del tratado comercial (TLC) para el fortalecimiento de intercambio binacional, hasta la fecha se totalizan US$160.000 millones en productos exportados a Estados Unidos. El comportamiento negativo o deterioro de la balanza comercial entre Estados Unidos y Colombia no es atribuible al TLC, no tiene ningún fundamento, no obstante, naufraga el viejo propósito de diversificar los mercados para los productos colombianos y fortalecer las políticas de fomento a las exportaciones de mayor valor agregado. 

La decisión de entrar a la Ruta de la Seda no debe mantener la línea de la desventaja que nos pone en el juego del refrán de la “pelea de tigre con burro amarrado”. Estos procesos acosan a nuestra débil industria, no facilitan la disminución del desempleo, pero favorecen las políticas de exenciones tributarias como instrumento de atracción de la inversión. La evidencia o efectividad de estas medidas no están documentadas, en contraste, han sido cuantiosas las gabelas tributarias que el país ha dejado de recaudar. 

La coyuntura comercial entre China y Estados Unidos no debe significar para Colombia malas relaciones con Washington. Sin embargo, la conjetura geopolítica y comercial concibe una paradoja inexplicable, Estados Unidos se ha autoproclamado durante décadas como el principal defensor de la libertad, pero advierte represalias a Colombia por sus coqueteos con China y la ruta de la seda. 

¿Con qué derecho Estados Unidos decide bloquear, embargar, invadir países o advertir represalias? Según las falsas dicotomías, lo hacen para otorgar libertad. Excepcionalmente, algunas intervenciones militares estadounidenses han sido justificadas con el objetivo de promover la democracia y los derechos humanos; muchas otras han tenido motivaciones económicas, estratégicas o políticas. El cambio de postura sobre Ucrania lo ejemplifica. 

En plena efervescencia de la Inteligencia Artificial, la palabra erosionada de Estados Unidos y por las falsas dicotomías para distraer a la gente, Colombia tendrá que esperar hasta que Estados Unidos mitigue su guerra comercial con China, para explorar las posibilidades de la ruta de la seda. Estamos en pleno siglo XXI, pero para el presidente Donald Trump, apenas se está firmando la Doctrina Monroe (1823). Somos una hormiga en un inmenso patio trasero. 

POR: LUIS DÍAZ.

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