En Valledupar la cultura vial es más un “mito” que una realidad. Así lo señaló el experto en transporte y movilidad, Miguel Duarte, quien se refirió a las cifras de accidentabilidad en la ciudad y la “poca inteligencia vial” que tiene un alto porcentaje de conductores, los cuales han provocados siniestros viales por exceder los límites de velocidad y no respetar una señal de tránsito que, para muchos, es básica, pero para otros “incómoda”: el semáforo en rojo.
“Nena, sino te quitas te jodo”, eso fue lo que le dijo el conductor de un vehículo a una joven que conducía una motocicleta. Esta ciudadana que no es mototaxista y no proviene de un sector subnormal, características que se le atribuyen comúnmente a los infractores, pudo vivir en carne propia la intolerancia vial que es un común denominador en la ciudad, según expertos en la materia.
“Yo venía del gimnasio y un carro me obligó a salirme del carril. En el cruce, un vehículo que venía de otra vía me quiso pasar por encima, le alegué que él no podía cruzar de esa manera, viendo que había una persona allí, pero el señor que conducía una camioneta me tiró el carro encima y me dijo que si no me quitaba me jodía. Jamás había sentido tanta impotencia. ¿La vida vale tan poco en Valledupar?”, dijo Julieth Navarro, una turista que aseguró no querer volver a la ciudad.
Al respecto, Duarte aseguró que en las calles de la capital del Cesar hay un gen que tiene por nombre agresividad al volante: “Conducir en Valledupar es una maniobra de alto riesgo. Aunque se están desarrollando obras viales de ampliación, las calles de la ciudad son pequeñas, y en su mayoría con una malla vial deteriorada. Huecos que esquivan los conductores sin importar quien viene detrás. Hay mucha falta de pedagogía, y ojo, la pedagogía no es un conito en un semáforo”.
Semáforos invisibles
En un recorrido realizado por el diario EL PILÓN, el sector de Cinco Esquinas, la avenida Simón Bolívar, las glorietas, la avenida 44, la avenida Los Militares y la transversal 23, puntos con altos índices de accidentabilidad, se pudo corroborar que las intersecciones semafóricas son irrespetadas por los conductores.
En medio del recorrido, se tomó el registro en la calle 6 con carrera 23, de un vehículo que chocó a una mujer que iba manejando una motocicleta. El conductor ignoró el semáforo en rojo y la mujer también hizo lo mismo. Para la suerte de ambos, no hubo mayores pérdidas que las materiales, sin embargo es un caso repetitivo en esa vía según la comunidad.
Según el Instituto Departamental de Tránsito del Cesar, en los primeros ocho meses de 2025 murieron 215 personas en siniestros viales, un 10,26 % más que en el mismo periodo del año pasado. El 75 % de las víctimas eran motociclistas, el actor vial más vulnerable en el departamento, donde la imprudencia y la velocidad siguen siendo los principales detonantes.
A nivel nacional, aproximadamente 14 motociclistas pierden la vida diariamente en accidentes de tránsito. Entre los factores que contribuyen a esta cifra se encuentran, exceso de velocidad, falta de experiencia y la baja cobertura del Soat.
Según los expertos, aunque no existen estadísticas oficiales que identifiquen modelos específicos con mayor accidentalidad, se ha observado que las motocicletas de bajo cilindraje, como las de 125 cc, son las más involucradas en siniestros viales.
Esto se debe a su amplia presencia en el parque automotor y su uso frecuente para labores de mensajería y transporte informal.
El Pare
La señal de ‘Pare’ se ha convertido en una de las más vandalizadas por los actores viales en la ciudad. Esta casa editorial ha recibido múltiples denuncias de que han sido dañadas por personas no identificadas y removidas de los puntos que han sido instaladas. Está situación ha obligado a la comunidad a elaborar la señal de manera rudimentaria con madera y cartón para evitar accidentes.
Y es que los accidentes se presentan, incluso, estando los vehículos estacionados. En el barrio Novalito, este medio de comunicación también registró el momento en el que una camioneta chocó a un vehículo que estaba delante haciendo el Pare. Riéndose, en un aparente estado de alicoramiento, el conductor de la camioneta se bajó para pedirle excusas al conductor afectado.
De acuerdo con Idtracesar, la siniestralidad en el Cesar aumentó en julio y agosto, los meses más críticos del año. Solo en 2025, 161 motociclistas han perdido la vida, un incremento del 27,78 % frente al mismo periodo del año anterior.
El análisis también muestra que los peatones representan el 13 % de las víctimas y que los adultos mayores están cada vez más expuestos. Pese a que en 2024 el departamento había logrado reducir en un 6 % las muertes por siniestros, este año la tendencia volvió a subir, con un promedio de 27 vidas perdidas cada mes.
EL PILÓN, de manera conjunta con la Secretaría de Tránsito Municipal de Valledupar, inició una campaña de prevención vial denominada ‘La Imprudencia Cobra Vida’, una iniciativa que busca generar conciencia sobre la importancia de conducir con responsabilidad y respeto por las normas, en especial en los conductores de motocicletas.
Con esta campaña EL PILÓN lo que busca conmover y provocar una necesaria reflexión que ayude a cambiar los comportamientos cuando se esté al frente del volante.










