Este viernes 29 de agosto, en la sede Hurtado de la Universidad Popular del Cesar (UPC) en Valledupar, se vivió un encuentro enriquecedor en el marco de la cuarta versión del Festival Un Canto al Río. El conversatorio titulado “Río Guatapurí, más allá de la Línea Negra” reunió a voces autorizadas que desde diferentes saberes expusieron la compleja realidad ambiental, cultural y espiritual que vive el río Guatapurí, símbolo vital para el Cesar y tres departamentos de la Costa Caribe colombiana.
El conversatorio fue calificado por Jorge Naín Ruiz, presidente del festival, como “un éxito total”. Naín expresó su sorpresa y orgullo por haber logrado llenar el auditorio Miguel Vicente Arroyo y destacó que “mucha gente se quedó por fuera y había gente de pie, eso significa que el río sí le duele a Valledupar”. A su vez, explicó que la mayoría de los asistentes eran madres comunitarias de distintos barrios, quienes se comprometieron a replicar el mensaje escuchado con los niños, señalando que “este es un conversatorio que es la punta del iceberg de lo que vamos a trabajar al río”.
La visión ancestral del Mamo Mey Jawin
Luis Guillermo Izquierdo Torres, conocido como Mamu May Jawin, miembro del linaje Busiltana y custodio de la sabiduría ancestral de los pueblos indígenas arhuaco, kogi, wiwa y kankuamo, abrió con una poderosa explicación sobre el significado del río desde la cosmovisión ancestral.
Para Izquierdo, “el agua es sagrada, nos nutre, nos purifica, y no debe venderse ni politizarse”. Comentó la importancia de la “línea negra” o “línea oscura”, un límite espiritual que protege la Sierra Nevada, el corazón del mundo para estos pueblos, y que se manifiesta en lugares sagrados cerca del río, incluyendo sitios próximos a 20 metros de la sede Hurtado de la UPC. Dijo que cuidar el río es una responsabilidad de todos, “más allá de ideologías y partidos”, porque el río es una arteria vital para la vida misma y debe mantenerse limpia y pura para evitar que la sociedad sufra “anemia ecológica” causada por explotaciones ilegales y contaminación.
El Mamu también compartió la reciente visita del reconocido activista del agua Rajendra Singh y su filosofía que el agua “nunca debe ser vendida“, exhortando a que cada individuo pueda ser un guardián y protector del Guatapurí para asegurar el legado a las futuras generaciones.
Tomás Darío Gutiérrez: memoria y urgencia ambiental
El abogado ambientólogo Tomás Darío Gutiérrez, con más de 50 años dedicados a la defensa ambiental, recordó la riqueza original del río Guatapurí y cómo en las últimas décadas la contaminación y el impacto humano han destruido gran parte de su biodiversidad. “En menos de tres décadas desaparecieron todas las especies de peces emblemáticas del río, y eso es gravísimo. Más aún que nadie se haya percatado o le interese”, advirtió con preocupación.
Gutiérrez resaltó también el valor del bosque de galería que bordea al río, “el bosque más precioso que he visto”, y expuso que proyectos comunitarios como el Ecoparque de Los Besotes, que ha reforestado 600 hectáreas, reflejan la posibilidad real de recuperación con voluntad colectiva y trabajo constante. “Las cosas sí se pueden hacer. Lo estamos haciendo todos los días”, concluyó mostrando optimismo desde la acción local.
“El río Guatapurí es uno de esos ríos que nacen del deshielo, y un alto porcentaje del agua que baja por su cauce proviene de ese deshielo, pero los nevados del mundo entero se están descongelando a una velocidad vertiginosa,” explicó Gutiérrez a EL PILÓN, mostrando su preocupación por los efectos del calentamiento global. Propuso como intervención inmediata “no intervenir los bosques de galería ni los bosques riparios y detener la tala y quema como método tradicional en la Sierra Nevada para la agricultura”.
Al ser cuestionado sobre la falta de resultados a pesar de múltiples acciones legales y proyectos, Gutiérrez fue contundente: “Nos falta honestidad. Somos enemigos de la naturaleza cuando muchos defienden el medio ambiente buscando recursos públicos para beneficio personal”. Dejó claro que para proteger el Guatapurí se requiere un cambio profundo de conciencia, educación ambiental y compromiso honesto con la tierra que habitamos.
La mirada científica y social del ingeniero Rodolfo Quintero
El ingeniero agrónomo y magíster en economía ambiental Rodolfo Quintero puntualizó el doble valor del río Guatapurí: “Tiene un valor intrínseco, producto de millones de años de evolución. No hay redundancias en la naturaleza; todo cumple una función”. Además, señaló el valor funcional del río para más de 500.000 habitantes de Valledupar y comunidades cercanas, a quienes provee agua para consumo humano, agricultura, ganadería y otras actividades.
Quintero resaltó la grave debilidad de la sociedad civil local para organizarse en torno a la defensa del Guatapurí y la importancia de que la comunidad asuma el liderazgo en su cuidado: “El río nos pertenece. La voluntad política depende de la contratación pública, pero si no hay organización social, el río seguirá en riesgo”.
El compromiso técnico y ambiental de José Mauricio Pérez
Complementando la reflexión, el ingeniero José Mauricio Pérez, presente en el conversatorio, abordó la importancia de una gestión técnica adecuada para la recuperación del río. Pérez destacó que “la sostenibilidad del río Guatapurí depende de un trabajo integral que incluya restauración ambiental, control de captaciones ilegales y educación ambiental para fortalecer el sentido de pertenencia de la comunidad”.
El ingeniero insistió en que es crucial integrar a las instituciones ambientales, académicas y a los habitantes en un plan participativo que asegure la conservación del cauce y la calidad del agua, tomando en cuenta la cosmovisión indígena expresada por el Mamo y la urgencia señalada por los expertos ambientalistas.
Un llamado colectivo para proteger la vida del río
El conversatorio “Río Guatapurí, más allá de la Línea Negra” se constituyó en una plataforma para rescatar la historia viva del río, su riqueza ecológica y cultural, e incentivar a la acción conjunta para su protección.
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Como expresó el Mamo May Jawin, “el río Guatapurí es una arteria vital que debe mantenerse pura para no enfermar a la sociedad”; Gutiérrez enfatizó que “la insensibilidad ante la pérdida de especies es más grave que la desaparición misma”; Quintero urgió a la sociedad civil a tomar la batuta en su defensa; y Pérez recordó que “solo con gestión técnica, social y ambiental coordinada se podrá salvar el Guatapurí”.
Este evento, enmarcado en la cuarta versión del Festival Un Canto al Río, reafirma la importancia no solo de cantar y celebrar la hermosa naturaleza, sino de garantizar la vida del río para las futuras generaciones que dependen de su agua y sabiduría ancestral.











