El corregimiento de Mariangola, en jurisdicción de Valledupar, vivió una de las peores crisis hídricas durante la temporada seca de abril. La sequía dejó al río Mariangola, principal fuente de agua para la comunidad, prácticamente seco, situación que no se presentaba con tal gravedad desde hace nueve años. Ante la emergencia, habitantes y líderes locales han unido esfuerzos con Corpocesar para buscar soluciones inmediatas y a largo plazo.
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En respuesta a la crisis, se instaló una mesa de trabajo el pasado 14 de mayo, en la que participaron la subdirectora y funcionarios de Corpocesar, ambientalistas, estudiantes y líderes comunitarios. Ana Cantillo, edil de Mariangola, explicó a EL PILÓN: “Ayer estuvimos nuevamente organizando mesas de trabajo. Estuvieron funcionarios de Corpocesar y ambientalistas, tanto de la corporación como de la comunidad. También participaron estudiantes, quienes aportaron desde su institución. En estos proyectos hay acciones a corto, mediano y largo plazo”.
Cantillo detalló que, en el próximo mes, se iniciarán charlas de sensibilización para fomentar la cultura del cuidado del río y su entorno. “Como comunidad quedamos comprometidos a hacer nuestro aporte. Eso sería a corto plazo. A mediano y largo plazo, hay que empezar a implementar acciones de forestación y protección de la flora y fauna, además de recuperar balnearios y zonas del río que se han perdido con el tiempo”, agregó.
Educación ambiental y gobernanza
Por su parte, la Subdirección de Gestión Ambiental de Corpocesar destacó la importancia de articular esfuerzos institucionales y ciudadanos. En un comunicado, la entidad señaló: “Participamos activamente en la Mesa de Trabajo de Articulación Institucional por la recuperación y preservación del río Mariangola, convocada por los ediles del corregimiento. El objetivo es armonizar esfuerzos para reflexionar y actuar en torno a la protección de esta fuente hídrica vital”.
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Durante la jornada, se identificaron las principales problemáticas que afectan al río y se acordó avanzar hacia una ruta de intervención conjunta. Esta comenzará con un proceso de capacitación y educación ambiental, buscando fortalecer la conciencia ciudadana y la coordinación institucional para una gobernanza ambiental efectiva.
Una crisis sin precedentes
La situación en Mariangola fue crítica hace un mes, aunque la administración departamental se comprometió a enviar carrotanques para aliviar la sed. El acueducto local, que depende del caudal del río, funcionó por racionamiento estricto: cada sector recibe agua solo cada 12 horas. “El río se nos está secando, estamos por racionamiento en el pueblo, por barrios. Cada 12 horas le toca un sector, entonces dura 24 horas en los sectores sin agua”, explicó Raúl Pérez, miembro de la junta administradora del acueducto a EL PILÓN.
Aunque la llegada de carrotanques fue un alivio temporal, la comunidad sabe que se requieren soluciones estructurales. Un proyecto de acueducto, con un avance del 65 %, podría ser clave, aunque algunos líderes advierten que, si sigue dependiendo del río, no resolverá el problema de fondo. Se plantea la necesidad de pozos profundos y reservas adicionales.
Mientras tanto, la comunidad y Corpocesar avanzan en la construcción de una cultura ambiental que permita proteger el río Mariangola y garantizar el acceso al agua en el futuro. “Estamos comprometidos a trabajar juntos por nuestro río y por el bienestar de nuestra gente”, concluyó Ana Cantillo.
Por: Katlin Navarro Luna / EL PILÓN
