En la tarde de este domingo 29 de diciembre, la comunidad cristiana de Aguachica, junto a familiares y ciudadanos, realizó un plantón y jornada de oración en el sitio donde el 29 de diciembre de 2024 fue asesinada la familia pastoral Lora Rincón, en inmediaciones del restaurante Sorbetes y Sabores, sobre la calle Quinta del municipio.
La actividad se desarrolló entre las 6 y 7 p. m., luego de una misa previa, y reunió a decenas de personas vestidas de blanco, quienes elevaron oraciones por la memoria de Marlon Lora, Yurlay Rincón y sus hijos Ángela y Santiago, así como por la paz y la reconciliación del territorio.
Un acto de memoria, fe y reconciliación
Durante el plantón se llevaron a cabo lecturas bíblicas, cánticos de adoración, predicación y momentos de oración, en un ambiente marcado por el recogimiento y el respeto. Los líderes religiosos coincidieron en que el propósito principal del encuentro no fue solo recordar a las víctimas, sino acompañar espiritualmente a los familiares y enviar un mensaje de esperanza a una ciudad golpeada por la violencia.
“El objetivo fue orar por las familias que quedan, por su fortaleza y consuelo, pero también clamar por Aguachica y por Colombia, para que cese tanta sangre derramada”, manifestaron voceros de la iglesia Príncipe de la Paz durante el acto.
Homenaje y reconocimiento póstumo
En el desarrollo de la jornada se leyó la reseña de vida de la familia pastoral Lora Rincón, destacando su legado de servicio, fe y compromiso social. Asimismo, se rindió un homenaje póstumo enviado desde el Congreso de la República por la senadora Lorena Ríos, quien ha acompañado a los familiares desde los primeros días de la tragedia.
El homenaje fue recibido como un gesto de respaldo y reconocimiento a la memoria de una familia que, según la comunidad, siempre fue ejemplo de entrega y vocación de servicio.
Un llamado a la conciencia y a la paz
El encuentro concluyó con una oración colectiva por Aguachica y por el país, en la que se pidió el cese de la violencia y mayor conciencia social para evitar que hechos como este se repitan. Durante una hora, el tránsito fue regulado en el sector mientras se desarrollaba el acto simbólico.
A un año del crimen que conmocionó a la región, Aguachica volvió a pronunciar los nombres de la familia Lora Rincón no desde el miedo, sino desde la fe, la memoria y el anhelo de paz.











