Ver en las calles a muchas personas perdidas en el mundo de la drogadicción, jóvenes que piden dinero para comprar cualquier clase de sustancias alucinógenas y familias desmoronadas por esta situación, fueron motivos más que suficientes para que Jairo Antonio Hernández Villazón tuviera la idea de crear un centro de atención para estas personas y los servicios fueran de manera gratuitas.
Esta idea Jairo la dio a conocer a su mamá y a su hermana, así como a un grupo de amigos que decidieron apoyarlo para crear la fundación ‘Hombres de bien’, de la que hoy están como voluntarios.
El Centro de Atención para el Drogadicto proyecto ‘Hombres de bien’ comenzó a funcionar en la capital del Cesar el pasado 4 de junio, siendo el primer centro en la ciudad en donde los tratamientos son gratuitos, además cuenta con profesionales en las áreas de psiquiatría, psicología, trabajo social, terapia ocupacional, como también hay facilitadores terapéuticos, uno de ellos fue facilitador en Remar Chicago en Estados Unidos y ayudó a implementar el programa de prevención en las cárceles de Chicago, explicó Hernández Villazón.
Este centro tiene capacidad para recibir a 40 pacientes, por el momento hay 15, quienes llegaron de manera voluntaria y comenzaron el tratamiento que finalizará en seis meses. Las instalaciones de dicho centro está en la casa de campo Madrigal con el fin de que estas personas tengan un ambiente agradable, confortable para ello, de acuerdo al director de la fundación, adecuaron las habitaciones con baños privados, aires acondicionado, piscinas, canchas de fútbol y caballos de paso para las terapias de rehabilitación.
En los seis meses de tratamiento se hacen terapia individual, de grupo, familiar, y se maneja un programa que se llama ‘Camino a casa’ que es la fusión de los doce pasos de narcóticos anónimos con el modelo de vida del cristiano, que es un método que está dando resultados en los Estados Unidos.
De igual forma se tienen docentes en las áreas de arte y folclor, educación física y a diarios hacen las terapias ocupacionales, “la idea es darles cosas repetitivas para que puedan crear buenos hábitos, los hábitos crean costumbres y las costumbres son las que cambian a las personas”, enfatizó.
“Aún tenemos cupos disponibles, los padres de familia que están sufriendo por tener a su hijo en estas condiciones de drogadicción, pueden acercarse a la sede de la casa de campo Madrigal, para buscar ayuda que es gratis”, indicó Hernández Villazón.
Agregó que el primer requisito para entrar es que tengan aceptación de su problema, (que sea voluntad propia), es un programa de puertas abiertas, que la persona tome conciencia de su problema y quiera recuperarse.
Apoyo
Hasta el momento el único apoyo que ha recibido la fundación es por parte de la Administración Municipal, con la que se firmó un convenio para atención al drogadicto.
“La idea nació por la necesidad de cómo estaba creciendo y se estaba degenerando la juventud y el foco de drogadicción de la ciudad y no había un centro que los pudiera atender, tocaba mandarlos a otras ciudades, lo que se le dificultaba económicamente a las familias, que la mayoría de las veces no tienen los recursos económicos para pagar un tratamiento”, acotó el presidente de la fundación que trabaja por esta población con problemas de consumo de estupefacientes.
Por Yelene Cuan Pertuz
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