Valledupar vive un momento de notorios cambios en su mercado laboral: para el trimestre abril-junio de 2025, la ciudad registró una de las tasas de desempleo más bajas del país, con un 7,9 %, considerablemente por debajo del promedio nacional de 8,6 % y del promedio de las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas, que fue de 8,3 % en este mismo período.
Este porcentaje representa una caída de 3,9 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre del año anterior, cuando el desempleo superaba el 11 % y, en el pasado reciente, incluso llegaba al 13 %. Este resultado, entregado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), posiciona a Valledupar como la cuarta ciudad con menor desempleo del país, muy cerca de Santa Marta, Medellín y Bucaramanga.
Más empleo, pero informal
Según el DANE, hasta junio de 2025, la ciudad sumaba alrededor de 202.000 ocupados, un aumento notable frente a los 185.000 que había para esa fecha el año pasado. Por su parte, el número de personas desempleadas bajó de 25.000 en junio de 2024 a apenas 17.000 en 2025.
Sin embargo, la otra cara sigue siendo el empleo informal: Valledupar presenta la tercera tasa más alta de informalidad del país, con un preocupante 63,6 %, cuatro puntos porcentuales más que en 2024, por lo tanto, se calcula que más de 128.400 vallenatos trabajan sin acceso a prestaciones sociales, primas o vacaciones, cifra que limita el desarrollo personal y la estabilidad económica de miles de familias.
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Este alto nivel de informalidad se concentra sobre todo en el comercio, actividad que lidera la generación de empleo con 48.000 ocupados, le siguen la administración pública (35.000), actividades artísticas (24.000), transporte y alojamiento (20.000).
Trabajo independiente y por cuenta propia
Aunque la economía del carbón ha tenido un impacto histórico en la economía de la ciudad y la región, la explotación minera apenas suma 1.000 empleos formales, mientras que sectores como la agricultura y las actividades inmobiliarias emplean cada uno solo 2.000 personas. A nivel nacional, el presidente Gustavo Petro ha dicho que la recuperación del mercado laboral es el resultado de salir de la “enfermedad holandesa”, un término económico que se refiere al crecimiento de un sector específico basado en recursos naturales y la reducción de otros sectores económicos, especialmente la industria manufacturera.
“Es decir, dejar de depender de ramas extractivas de bajas intensidades en puestos de trabajo que representan lo mayor de las exportaciones (enfermedad holandesa). Ahora, la economía es arrastrada por ramas productivas altamente intensivas en puestos de trabajo: la agricultura y la industria manufacturera. Entre más dejemos la economía extractiva fósil, crecerá con más fuerza la economía productiva”, escribió el mandatario en X.
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Entre tanto, el alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, ha destacado estos resultados como fruto de un “esfuerzo” coordinado entre la alcaldía, el sector productivo y la ciudadanía, considerando que estar por debajo del promedio nacional “no es casualidad”. Aunque economistas como Fernando Herrera aseguran que el trabajo particular (92.000 personas) y por cuenta propia (83.000) impulsan la caída del desempleo y la subida de la inflación en la capital vallenata.
Es decir, la mayoría de las personas presta sus servicios en empresas o ha emprendido su propio trabajo, y la mayoría de ellos, según explica Herrera, “trabajan de forma independiente, muchas veces sin prestaciones ni estabilidad laboral”.
Por Redacción EL PILÓN.
