Maribel Cortina es reconocida como una de las figuras más experimentadas y persistentes en el mundo del vallenato, especialmente en la categoría femenina. Nacida en El Difícil, Magdalena, Cortina ha sido la concursante más combativa en el Festival Vallenato desde 1985, año en que obtuvo su primer segundo puesto en la categoría de aficionado, compitiendo junto a figuras como Omar Geles. Y en la edición 58 en honor a este personaje, vuelve para buscar la corona que lleva persiguiendo toda su vida.
A lo largo de su carrera, ha alcanzado tres veces el segundo lugar en esta categoría y, desde 1989, participa como profesional, convirtiéndose en la mujer que más veces se ha presentado en el festival, aunque la corona aún le ha sido esquiva. Además, fue acordeonera de la legendaria Patricia Teherán en la agrupación femenina Las Diosas del Vallenato, con quienes también cosechó reconocimientos y dos Congos de Oro. Su trayectoria se distingue no solo por la cantidad de concursos y premios, sino por haber abierto camino para las mujeres.
Visión sobre el vallenato femenino
Tras varios años de ausencia, Maribel Cortina decidió regresar a la competencia en 2025, motivada por el homenaje al maestro Omar Geles y por su amor al folclor. “Tenía ya como 3 años de que no me presentaba y bueno, y este año pues decidí venir porque dicen que siempre la primera o última será vencida, pero bueno, tengo en el nombre de Dios y en nombre de todos mis amigos, toda la gente que me quiere mucho, mis seguidores y estamos aquí participando ya en la categoría de mujeres mayores en el año 2025 en homenaje al maestro Omar Geles”, afirmó Cortina.
Su vida con el folclor es el significado de la insistencia y el deseo de alcanzar la corona de reina vallenata, compitiendo primero en categorías mixtas antes de que existieran las femeninas. “Yo quedé tres veces ese segundo puesto en aficionado al lado de Omar Geles, al lado de Hugo Carlos Granados, al lado de Bolaños, 85, 86, 88. Pasé a 89 en la categoría profesional y quedé en semifinalista en la feria. Imagínate de 80 a 90 hombres a ocho o siete. Eso para mí fue algo muy importante en la historia de Maribel Cortina porque es una experiencia muy bonita y después en la categoría de mujeres en 2019”, relata.
Cortina destaca la evolución de la categoría femenina y la importancia de ver cada vez más mujeres tocando acordeón: “Antes pues no había muchas y habíamos poquitas, pero ya se está viendo más y eso para nosotros nos interesa mucho, ¿por qué? Porque se está creciendo. Tenemos más fuerzas entre las mujeres que hacia los hombres… ya se están viendo, mira, que en el concurso de mujeres menores me dijeron que habían 16 niñas. Eso ya es un semillero que viene para la categoría de mujeres mayores”.
Sobre la competencia con las nuevas generaciones, Maribel reconoce la diferencia de edades y estilos, pero mantiene su autenticidad: “Yo sé que de pronto la agilidad de las niñas es diferente a la mía y eso lo ve cualquiera, pero yo estoy haciendo lo que yo sé hacer. El vallenato auténtico, el vallenato esencial, no correr mucho y bueno, de verdad yo estoy presentando lo que yo sé, lo que mi carrera pues todo el tiempo me han conocido como Maribel Cortina y aquí estamos”.
La anécdota con Omar Geles: un empate histórico
Uno de los momentos más significativos en la carrera de Maribel Cortina fue su enfrentamiento con Omar Geles, una anécdota que ella misma relata con emoción y detalle: “Quedamos empatados en 1985. ¿Sabes quién nos desempató? En la Casa de la Cultura junto al difunto Alejandro Durán, Juan Gosaín y Tomás Darío Gutiérrez. Mira los jurados que tuvimos. Y después, bueno, cuando Omar Geles gana. Entonces, fue cuando cuando él se hizo profesional, él pasa la categoría profesional”.
Este empate, se sintió como la alegría de la victoria en la historia personal de Cortina. Competir de igual a igual con figuras como Geles y mantenerse en la élite durante tantos años es, para Maribel, un motivo de orgullo y gratitud: “Yo me siento bien, ¿por qué? Porque competí con muchos hombres con 80, con 60 y en esos 60 con esos 80, en esos 50, en esos 30 que quedaba siempre segunda. Eso es un regalo que Dios me ha dado”.
Una vida de escenarios y recuerdos imborrables
Desde los siete años, Maribel Cortina ha estado vinculada al acordeón y a los festivales, recorriendo pueblos y escenarios junto a su familia. “Yo creo que comencé a tocar acordeón de 7 años y comencé a tocar festivales de 9 años y presentaciones, casetas también de 9 a 10 años. Yo andaba con mi papá para Chibolo, para Granada, para San Ángel, para todos esos pueblos…”.
A lo largo de su carrera, ha acumulado anécdotas, premios y reconocimientos, pero sobre todo, ha dejado una huella imborrable en el vallenato: “Me llevo muchas anécdotas, me llevo muchos recuerdos y me llevo muchas cosas lindas aquí y que yo voy a dejar un recuerdo muy importante de la leyenda vallenata. Este de reina o no esté de reina, Maribel Cortina marca siempre ahí porque en este año el vallenato no nos da cosas malas, siempre gane o no gane, estamos ahí. ¿Por qué? Ganamos mucho público, ganamos mucha gente”.
Por: Redacción EL PILÓN











