Los incendios forestales no solo devastan paisajes y amenazan la vida humana, sino que también tienen un impacto mortal en la fauna. En el departamento del Cesar, no se tienen cifras o una lista de especies animales más afectadas, como sí lo tienen Tolima, Huila, Cundinamarca o Antioquia, por mencionar algunos. Agustín Codazzi, Becerril, Bosconia, Chimichagua, Curumaní, El Copey, La Jagua De Ibirico, La Paz, Manaure Balcón del Cesar, Pailitas, Pelaya, Pueblo Bello, San Diego, Valledupar son los municipios que, según el Ideam, presentan amenaza por pronóstico de incendios de la cobertura vegetal actualmente.
A día de hoy, falta coordinación entre las entidades que pertenecen al Consejo Departamental de Gestión del Riesgo: Oficina para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático, Corpocesar y Cuerpo de Bomberos Voluntarios, en cuanto a la atención, caracterización y estudio de la fauna silvestre y doméstica.
Silvia Vejarano, especialista en Conservación en WWF Colombia, indica en un informe sobre los animales afectados por los incendios en el país que “la enorme biodiversidad de los suelos en términos de invertebrados, hongos y demás microorganismos, se ve gravemente afectada por los incendios. Al final, es el suelo, con sus organismos, quienes hacen posible la vida”.
La realidad de los incendios
Los incendios no solo afectan a los grandes mamíferos; también impactan a reptiles, mamíferos, aves, perros y gatos abandonados en las zonas “enmontadas” de la ciudad. Julio Ramírez, comandante de la Compañía del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar, relata: “Hemos encontrado culebras tipo pitón y monos aulladores, entre otros animales, afectados por los incendios forestales”. A menudo en las redes sociales de los bomberos se pueden ver tristes vídeos que ponen de relieve la diversidad de especies que sufren debido a la falta de control y prevención en el manejo del fuego en esta temporada seca.
Masurpiales, serpientes, monos aulladores, ardillas, iguanas y jerre-jerres son animales que los bomberos encuentran en sus jornadas de atención a incendios. Foto: Cuerpo de Bomberos de Valledupar.
Aunque Mónica González, subdirectora general del área de gestión ambiental de Corpocesar, enfatiza en la importancia de una respuesta rápida ante las emergencias causadas por incendios forestales, en la actualidad no existen canales efectivos de comunicación entre la entidad y los organismos de socorro.
“Estamos disponibles a través de nuestro centro de atención de fauna para responder a cualquier llamada que se reciba en caso de incendios. Es importante que los cuerpos de bomberos, quienes son los primeros en atender estas emergencias, informen a la corporación sobre cualquier hallazgo relacionado con la fauna afectada. Esto nos permitirá actuar rápidamente, realizando los rescates necesarios y trasladando a los animales a nuestro centro para llevar a cabo el proceso de rehabilitación en caso de que estén heridos o afectados”, explica González.
De igual manera, hace un llamado al Cuerpo de Bomberos Voluntarios para que se comuniquen a través de la Coordinación de Gestión del Riesgo. “El ingeniero Jorge Armenta está siempre dispuesto a apoyar estas actividades, y es crucial que nos informen para que podamos tener información de primera mano. No estamos presentes en todos los lugares donde ocurren incendios, pero si recibimos alertas, activamos inmediatamente nuestros equipos del centro de fauna para atender esos casos”, enfatiza la subdirectora.
Estrategias de prevención y rescate
La colaboración entre diversas entidades es fundamental no solo para proporcionar atención veterinaria a los animales, sino también para monitorear las especies que se ven afectadas cada año. Un ejemplo es el colibrí alas de sable, una especie que se creía extinta hasta hace cinco años y que ahora habita en las faldas de la Sierra Nevada de Santa Marta, en Atánquez y Valledupar. Dado que esta región ha sido afectada recientemente por numerosos incendios, se hace necesario implementar medidas que contribuyan a su conservación, lo cual puede lograrse a través de la caracterización y el estudio de su hábitat, y comportamiento.
González menciona que han establecido un “mapa de riesgo de incendios forestales” que permite identificar las zonas más críticas. “A través de nuestros canales de comunicación hemos informado a todos los municipios sobre este mapa para que se tomen medidas preventivas”, añade.
Sin embargo, la efectividad de estas estrategias depende en gran medida de la colaboración comunitaria y entre organismos que atienden los incendios. Petra Romero Navarro, directora de la Oficina Departamental de Gestión del Riesgo, subraya esta necesidad: “Desde nuestra oficina trabajamos con Corpocesar porque ellos son actores importantes dentro del Consejo Departamental de Gestión del Riesgo”. Sin embargo, desconoce las medidas que ha establecido la corporación ambiental en esta temporada de incendios.
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Mientras Ramírez, se lamenta porque realmente no tienen una línea directa con Corpocesar. “En una reunión reciente con la directora, solicitamos que envíen delegados a estos eventos, ya que para nosotros es complicado manejar la situación. Hay tantos incendios que es difícil atender a todos los animales afectados. No contamos con cajas especiales para transportarlos; lo que hacemos es trasladarlos a un lugar de menor riesgo y continuar con nuestra labor”.
Esta falta de comunicación afecta a los animales y finalmente perpetúan la falta de datos al respecto. “Los casos de fauna afectada por incendios son relativamente pocos. Por ejemplo, el año pasado atendimos un caso de un oso palmero con quemaduras graves. Sin embargo, estos son incidentes aislados. Por eso hay que intensificar la comunicación para que podamos atender estos casos efectivamente”, concluye González.
Un llamado a la conciencia colectiva
Los incendios son frecuentemente provocados por acciones irresponsables. Ramírez señala que “la cantidad de lotes baldíos en Valledupar es un factor crítico. Muchos propietarios queman residuos para evitar limpiar sus terrenos”. Esta irresponsabilidad no solo pone en riesgo a las personas, sino también a toda una comunidad ecológica. En promedio, los bomberos están atendiendo alrededor de 8 incendios diarios nada más en la zona rural y urbana de Valledupar, sin contar los de otros municipios.
González también hace un llamado a la sensibilización: “Hemos trabajado en jornadas informativas para enseñar a las comunidades sobre prácticas agrícolas sostenibles que eviten incendios”, como parte de las acciones que implementa Corpocesar durante esta temporada.
La afectación a los animales durante los incendios forestales es un problema serio que requiere atención inmediata y acción coordinada. Las autoridades deberían estar haciendo esfuerzos para rescatar y rehabilitar a los animales afectados como parte del plan de gestión de desastres en la temporada seca.
Por: Katlin Navarro Luna/EL PILÓN











