El 5 de febrero de 1972 un avión con matrícula HK-1139 de la empresa Transportes Aéreos del Cesar se accidentó en la Serranía de Perijá minutos antes de aterrizar en el aeropuerto Alfonso López de Valledupar, causando la muerte de 15 pasajeros y 4 miembros de la tripulación.
La aeronave despegó del aeropuerto El Dorado de Bogotá y debía aterrizar en la capital del Cesar en horas de la mañana. El tiempo pasó y la incertidumbre se apoderó de los familiares de los pasajeros quienes estaban atentos a su reencuentro. Se especuló inicialmente que había sido secuestrado y estaba en Cuba, pero esta versión fue desmentida por el gobierno cubano.
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Tres días después, el avión fue encontrado accidentado en un lugar conocido como Cerro Azul en la Serranía de Perijá, causando desolación entre la comunidad cesarense y vallenata, ya que el siniestro no dejó sobrevivientes. La recuperación de los cuerpos duró más de 10 días.
De acuerdo a registros documentados por el medio de comunicación El Periódico, algunos de los fallecidos fueron: Enrique Ariza Cotes, Rafael Valle Riaño, Ricardo González, los hermanos María Antonia y Abelardo Barragán; Blanca Cecilia Castaño, Mélida del Río, Guillermo del Monte, Benjamín Rodríguez, María Teresa de Cruz, Rosario aponte y de Alonso y sus pequeños hijos Ricardo y José Luis Aponte; Gabriel Ortiz, Carlos Aroca, Francisco Zabaleta y Obdulio Almenares.
Vallenatos sobre la tragedia del Cesar Azul
53 años han pasado de la tragedia aérea más impactante registrada en el departamento del Cesar. Suceso que fue consignado en dos canciones vallenatas: ‘Tragedia en el Cerro Azul’, grabada por Aníbal Velásquez y ‘Dolor Vallenato’ de la autoría de Sergio Moya Molina, e interpretada por Willy Quintero y su Orquesta.
“5 de febrero, del año 72, la ingrata fecha que no se puede olvidar
Porque la tragedia de aquel de avión que cayó
Inundó de llanto y cubrió de luto al Cesar
En el Cerro Azul, tierra de los motilones
Donde se apagó la luz de 22 corazones
Por eso es que el Cerro Azul tiene forma de ataúd…”
Este es un fragmento del paseo vallenato que narra la historia de este trágico suceso en la historia del departamento del Cesar.
El dolor de perder a un ser querido
El arquitecto Alberto González perdió en el accidente del avión a su hermano Ricardo, de 23 años de edad. El joven era filósofo de la Universidad Nacional de Bogotá.
“La muerte a una edad temprana, cuando la vida es un horizonte de grandeza, se vuelve doblemente dolorosa. Cuando ya se sabe la realidad la angustia desaparece y le da paso al horror”, dijo a El Periódico.
El cuerpo de su hermano fue rescatado días después del accidente. En su memoria atesora cada recuerdo compartido a su lado.
POR: LUCÍA MENDOZA CUELLO/ EL PILÓN.
