Mientras transcurrían las 72 horas críticas en las que los médicos luchaban por salvar la vida de Miguel Uribe Turbay, Colombia fue conociendo el temple de su esposa, María Claudia Tarazona. En medio del dolor, su serenidad, sus gestos contenidos y sus declaraciones mesuradas reflejaron la fortaleza de una mujer anclada en la fe.
A veces, las circunstancias adversas revelan con más nitidez el carácter de las personas. Así, muchos colombianos empezaron a preguntarse quién es María Claudia Tarazona, la mujer que acompaña a Uribe Turbay no solo en la vida política, sino ahora en esta dura batalla personal.
Desde el primer momento, Tarazona pidió respeto y oración: “Miguel está luchando por su vida. Pidamos a Dios que guíe las manos de los doctores que lo atienden”, expresó, haciendo un llamado a una cadena de oración por la salud de su esposo.
A pesar del complejo panorama que atraviesa el país y del hecho de que su esposo se convirtió en víctima de esta difícil coyuntura, María Claudia no ha lanzado acusaciones ni se ha presentado como una víctima con privilegios. Por el contrario, sus palabras han estado marcadas por la sensatez y el foco en lo esencial: la recuperación de Miguel.
Tarazona sabe que Colombia es un país donde las peores consecuencias de la violencia las han sufrido niños y mujeres, como hijas y esposas de tantos hombres buenos que han quedado en el camino.
Es madre de tres hijas de una relación anterior y de un hijo con Miguel Uribe Turbay, lo que la convierte en una mujer acostumbrada a encontrar fuerza en medio de la adversidad. La historia de esta pareja (ella mayor que él) ha roto estereotipos y ha consolidado un hogar sólido, donde hoy le corresponde a María Claudia asumir el liderazgo.
La política no lo es todo. A menudo está cargada de pasiones bajas y mezquindades. Pero aquel sábado trágico, cuyas imágenes quedarán grabadas en la memoria colectiva, también dejó una nueva figura en el escenario público: una mujer firme, serena y con una dignidad conmovedora.
María Claudia Tarazona nos ha recordado que, más allá de lo político, Miguel Uribe Turbay es esposo, padre, hijo y hermano. Que su vida no solo le pertenece a los cargos públicos que ha ocupado, sino a una familia que hoy lo espera. Y que a su lado hay una mujer que ha sabido representar con entereza y mesura a muchos colombianos que, en silencio, también han tenido que enfrentar el dolor.
Por: Quintín Quintero












