Encontrados son los señalamientos que hace la Policía, con la versión de los familiares tanto del joven muerto como del sobreviviente, alcanzados por un solo proyectil, cuando a bordo de una motocicleta al parecer robada, según la Sijín, trataron de huir de un requerimiento que la fuerza pública en el barrio Ciudad Tayrona de Valledupar.
Durante el hecho, murió en el acto y tras estrellarse contra un árbol, Camilo Andrés Arrieta Toro, de 17 años, quien conducía la motocicleta siendo alcanzado por un proyectil al parecer de pistola calibre 9 milímetros por la espalda que le afectó el corazón. Este mismo proyectil, hizo blanco primero en la humanidad de Hernando José Carranza Rojas, de 16 años, quien viajaba como parrillero sin que le haya afectado ningún órgano vital y se encuentra recibiendo la atención médica en el servicio de urgencias del hospital Rosario Pumarejo de López.
“Hey, me dieron… y a mi también”
Hernando José Carranza Rojas, quien sobrevivió al proyectil del arma automática que le atravesó su cuerpo desde la espalda y le salió por el tórax reveló que su amigo Camilo Andrés Arrieta Torres (fallecido), lo recogió en su casa ubicada en el barrio El Futuro de los Niños y salieron ambos en una motocicleta para unirse a la caravana por el triunfo del seleccionado colombiano frente a Grecia. Una vez regresaban a sus casas, agregó el sobreviviente, que miró hacia atrás e identificó que un miembro de la Sijín los tenía apuntado con un arma de fuego y al advertirle a su amigo que los estaban siguiendo, él aceleró la moto para no ser alcanzado. “De repente, sin que nos alertaran que nos detuviéramos uno de ellos disparó”.
“Yo sentí que me ardía la espalda y el pecho, me pasé la mano y observé que tenía sangre y le dije a mi amigo, Hey viejo man, me dieron y él me alcanzó a responder: “a mi también me dieron” y se desmayó, perdió el control de la moto y nos estrellamos contra un árbol. MI amigo trataba de pararse y no podía, pero yo sí pude y fue entonces cuando me pusieron las esposas y me trasladaron a los hospitales de La Nevada, San Martín y el Rosario Pumarejo de López, respectivamente.
En cuanto al origen de la moto en que se desplazaban dijo que “Yo no sabía que esa moto esa robada, ni él tampoco me manifestó algo similar”, aseguró Carranza Rojas, tras admitir que estudió en el CROMI donde duró 18 meses pagando el servicio asistido por el delito de hurto.
Últimas palabras
Camilo Andrés Arrieta Toro, pese al tiro mortal, quedó tendido en el pavimento con signos vitales, según aseguró a este medio, su novia Loraine Yiseth Guerra Castro.
La joven asegura que una vez se le tiró encima Camilo le preguntó: ¿Mami, tú me quieres? “Y yo le respondí Sí mi amor. Fue lo único que dijo apenas me vio y de ahí en adelante cerró los ojos no dijo mas nada y se murió”.
Loraine ratificó lo dicho por el sobreviviente en el sentido de que no hubo enfrentamiento armado. “Así la moto hubiese sido robada, ellos no tenían porqué disparar sin antes hacerlos detener o interceptarlos para investigarlos. No hay razón de ser”, aseguró.
