Un día como hoy, hace 40 años, el país se detuvo por 28 horas, en las que el terror se apoderó de la capital y una tragedia sin precedentes se desató, dejando cicatrices que en Valledupar siguen doliendo y que han tratado de curarse por medio de homenajes dedicados a los que ya no están.
Se trata del llamado ‘Holocausto del Palacio de Justicia’, en el que decenas de personas perdieron la vida durante una impactante toma y una retoma sangrienta, cuyas secuelas aún persisten.
El monumento a las víctimas en Valledupar
Tal sangriento episodio no tardó en generar repercusiones en todo el país, que, aún con la impresión de haber visto arder en llamas el claustro judicial más importante de la nación, se unió contra la violencia.
En la Capital Mundial del Vallenato y a pocas semanas de cumplirse 40 años de la toma y retoma del Palacio de Justicia, se inauguró el monumento ‘Justicia, memoria y reflexión’, construido por la Alcaldía de Valledupar en conmemoración de las víctimas de aquel violento suceso. El acto tuvo lugar el pasado 16 de octubre, ante la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia.
Según el autor de la obra, Jhon Peñaloza, la escultura presenta las siluetas de hombres, mujeres, policías, soldados, jueces y magistrados, simbolizando a las víctimas, junto con siluetas de niños que representan a los huérfanos que dejó la tragedia. También incluye la efigie de la justicia nacional.
El monumento fue construido con una estructura de concreto rígido y hormigón. Mide dos metros de alto por cuatro de ancho. Su revestimiento combina mármol negro y mármol marrón, adornado con aplicaciones de bronce y un acabado en color oro. La obra se apoya sobre una base rectangular, igualmente revestida con el mismo mármol, y está realzada con iluminación rasante a través de luces tipo ojo de buey incrustadas en el suelo.
“Colombia no puede ni debe olvidar”: Ernesto Orozco
Durante el evento, el alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, dedicó unas emotivas palabras a las víctimas del fatal desenlace de la toma del Palacio de Justicia.
“Este homenaje es para reafirmar que Colombia no puede ni debe olvidar a quienes murieron defendiendo los valores más nobles de nuestra democracia, la justicia y el derecho a la dignidad humana. Cada línea, cada forma y cada detalle de esta escultura representa a quienes se negaron a ceder ante la barbarie y el fuego de la memoria que nunca se apaga”, declaró el alcalde.
Además, invitó a las futuras generaciones a no olvidar lo sucedido aquellos primeros días de noviembre de 1985, con la intención de que no vuelva a repetirse.
“Queremos que esta obra instalada aquí en el Palacio de Justicia de Valledupar sea un testimonio permanente para las generaciones presentes y futuras, y un recordatorio silencioso, pero elocuente, de que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla“, añadió.
Las palabras del presidente de la Corte Suprema de Justicia
El actual presidente de la Corte Suprema de Justicia, Octavio Augusto Tejeiro Duque, también participó en el acto.
“El significado de los hechos del 6 y 7 de noviembre ha sido condensado de manera simbólica por el artista Jhon Peñaloza. Es una obra que cumple la valiosa función del arte: interpretar la realidad y ofrecer perspectivas únicas de la vida, estimulando el pensamiento crítico y la empatía”, expresó.
Aquel fatídico 6 de noviembre
La Selección Colombia volvió al tricolor tradicional para su camiseta titular.
Durante la mañana del 6 de noviembre de 1985, en Bogotá empezó a escribirse la historia de uno de los meses más difíciles en la historia moderna de Colombia, un Palacio de Justicia desprotegido fue víctima de la toma del grupo guerrillero M-19 y una sangrienta retoma llevada a cabo por las fuerzas públicas.
Lo que aparentemente comenzó con la toma impulsada por la intención de realizar un “juicio al presidente Belisario Betancur”, que según el M-19 no había cumplido una serie de acuerdos pactados con anterioridad, terminó con una tragedia que dejó muy mal parado al Gobierno Nacional antes, durante y después de la tragedia.
Decenas de trabajadores del edificio y magistrados, fueron tomados como rehenes por el grupo guerrillero; el Estado reaccionó con una agresiva respuesta por parte de las fuerzas públicas, que en cuestión de pocas horas pobló la Plaza de Bolívar con decenas de efectivos, francotiradores y tanquetas, desatando la tragedia al tratar de retomar el Palacio a la fuerza.
Según las cifras oficiales, el saldo fueron 95 personas fallecidas durante aquel oscuro episodio, de las cuales se presume que 76 ya han podido ser identificadas, mientras que 19 aún siguen sin poder ser reconocidas oficialmente.
El Palacio de Justicia 40 años después
Así se ve el Palacio de Justicia hoy.
Tras los trágicos incidentes de aquel 6 de noviembre de 1985, toda la estructura que quedó manchada de sangre y desesperanza fue demolida, para así construir un nuevo hogar para la rama judicial capitalina, que fue bautizada como Palacio de Justicia Alfonso Reyes Echandía.












