El más reciente Índice Subnacional de Emprendimiento (ISEM) 2025, ubicó a Valledupar en el penúltimo lugar (posición 21 entre 23 ciudades del país) con un puntaje general de 3,52 sobre 10. La capital del Cesar solo supera a Riohacha y Sincelejo.
El estudio, que mide las condiciones para emprender a través de 58 indicadores agrupados en ocho pilares, evidenció que la capital del Cesar mejoró 0,63 puntos respecto a 2024, lo que significa un avance moderado. Sin embargo, el desempeño general sigue estando por debajo del promedio nacional, lo que refleja que la ciudad enfrenta retos estructurales para consolidar un ecosistema emprendedor competitivo.
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De acuerdo con el informe elaborado por el Consejo Privado de Competitividad, la Fundación Bolívar Davivienda y la Universidad del Rosario, los principales puntos fuertes de Valledupar están en el pilar de infraestructura, donde obtuvo 5,50 puntos, y en el entorno de negocios, con 5,33.
También se destacó en el indicador de valor agregado de micronegocios, lo que sugiere que el tejido empresarial de base muestra dinamismo y aporta a la economía local.
Malos resultados
El panorama cambia en el frente de la innovación. El pilar de ecosistema innovador y generación de conocimiento registró apenas 0,36 puntos, el más bajo de todas las ciudades analizadas, ubicando a Valledupar en el último lugar en este componente. Allí se mide la existencia de grupos de investigación, investigadores, registro de marcas, patentes y modelos de utilidad, todos con resultados críticos.
Los autores del índice explican que, aunque Bogotá lidera el ranking con 6,09 puntos, incluso las ciudades en los primeros lugares tienen amplias oportunidades de mejora, lo que revela un desafío nacional. En el caso de Valledupar, el reto inmediato es cerrar la brecha en ciencia, tecnología e innovación, condición necesaria para que el emprendimiento trascienda de la microempresa hacia sectores de mayor valor agregado.
Este diagnóstico plantea la necesidad de una estrategia público–privada que fortalezca la articulación con universidades, fomente la creación de grupos de investigación y promueva el registro de propiedad intelectual. De no hacerlo, la ciudad corre el riesgo de mantener un crecimiento empresarial limitado y de baja competitividad en el mercado nacional.
