La decisión de Avianca de inmovilizar buena parte de su flota de aviones Airbus A320 por una falla de software dejó casi paralizada la conexión aérea directa entre Valledupar y Bogotá. La aerolínea suspendió la venta de tiquetes para vuelos hasta el 8 de diciembre mientras realiza una actualización obligatoria en los computadores de control de vuelo de estas aeronaves, ordenada por el fabricante y las autoridades de seguridad aérea.
El impacto es especialmente fuerte en el aeropuerto Alfonso López Pumarejo, porque Avianca es la única aerolínea con operación comercial regular en la ruta Valledupar–Bogotá durante todo el año. Al depender casi por completo de estos equipos para cubrir el trayecto hacia la capital del país, la suspensión de ventas y la reducción de la flota disponible disminuyen de forma drástica la oferta de vuelos directos para los pasajeros del Cesar.
“El monopolio de Avianca”
Según datos de la concesión Aeropuertos de Oriente, en 2024 el Alfonso López movilizó más de 480.000 pasajeros y registró cerca de 6.700 operaciones aéreas, con la ruta a Bogotá como uno de sus ejes principales.
Otras compañías como Clic Air y Satena operan rutas regionales o servicios estacionales desde y hacia Valledupar, pero solo en eventos especiales y temporada. Por esa razón, la crisis técnica que afronta Avianca se traduce, en la práctica, en una fuerte reducción de la operación comercial del aeropuerto y en menos alternativas de viaje para quienes necesitan desplazarse a la capital.
Mientras se completa la actualización de software en los A320 y se normaliza la programación de vuelos, los usuarios deberán estar atentos a los avisos de la aerolínea, revisar el estado de sus reservas y considerar opciones de conexión por otras ciudades o transporte terrestre para cumplir con sus desplazamientos en las próximas semanas.











