Es un hecho que nuestro país enfrenta una transición demográfica sin precedentes que ha llevado a que el número de nacimientos empiece a ralentizarse y la población empiece, en promedio, a hacerse mayor.
Oded Galor, profesor de economía de la universidad de Brown, argumenta en su libro ‘El Viaje de la Humanidad’ que, a lo largo de la historia, diversas sociedades han enfrentado situaciones similares en un estado de generación de cada vez mayores ingresos que ha dado paso a mayores recursos invertidos en la crianza de los hijos, pero que enfrentan el costo de oportunidad del tiempo que exige una crianza responsable y enfocada en desarrollar habilidades académicas.
Recomendado: Competitividad, estrategia y geopolítica: un reto para una Valledupar emergente
La educación es, en últimas, la respuesta que ha encontrado nuestra civilización para adaptarse a un entorno tecnológico en constante cambio. La inversión en educación de los hijos y el rendimiento generado por ella ha redundado en unas menores tasas de natalidad y ha tenido como efecto el envejecimiento de la población.
A este factor se suman la mejora de la atención en salud que aumentó la esperanza de vida y redujo la mortalidad infantil y el aumento de la densidad urbana que procuró aumentos en los niveles de precios de vivienda, alimentos y entretenimiento como efecto de una demanda cada vez más sofisticada.
¿Cómo viven los adultos mayores?
El aumento de la población de adultos mayores comienza a abrir una nueva ventana de interés tanto académico como de política pública en cuanto a amenidades y atención que deben ser satisfechas. La primera tarea empieza por entender las condiciones de vida de este rango etario y las necesidades de apoyo físico, emocional y social para sus actividades cotidianas.
Recomendado: ¿A dónde va Valledupar sobre dos ruedas?
Comencemos por decir que el proyecto ‘Género y Economía’ de la Pontificia Universidad Javeriana, entidad vinculada al Comité Directivo de la red de programas Cómo Vamos, analiza que en Colombia había 5.2 millones de adultos mayores en 2024, en una proporción dispar de 55,6% mujeres y 44,3% hombres.
Un dato revelador de la cifra del total de adultos mayores existentes en el país es que 20% de ellos vive con alguna discapacidad, con tendencia a que sean las mujeres las que mayormente estén en esta situación, porcentaje que sube a 50% cuando analizan a los adultos mayores a 90 años.
Es importante también anotar que este trabajo encuentra que solamente 28,4% de las mujeres en edad de pensión efectivamente lo está; en contraste, 32,7% de los hombres en edad de pensión logran acceder a esta garantía para su vejez.
Estudios sobre el tema
La evaluación de la población adulta denominada Misión Colombia Envejece, desarrollada por Fedesarrollo, en conjunto con la Fundación Saldarriaga Concha, Dane y Proesa presenta los retos que enfrenta esta población desde los ángulos de salud, cuidado, protección y bienestar.
De las recomendaciones de política pública consignadas en este trabajo, rescatamos la necesidad de garantizar ciclos de cualificación a lo largo del ciclo de vida potenciando la educación inicial hasta la universitaria, pero, sobre todo, estableciendo programas de educación continua en temáticas para la salud física y mental, educación financiera, cuidado, democracia y participación y, en particular, temas relacionados con cultura y conocimientos generales diseñados específicamente para la población mayor.
Recomendado: La comuna de Valledupar en la que más se sienten inseguros sus habitantes, según estudio
Este documento refleja el hecho de que las proyecciones de envejecimiento demográfico ubicarían al grupo poblacional de adultos mayores a 60 años en 32% de la población total del país para el año 2070, bastante superior al 7% que representaba en 1985.
Junto con este dato presenta el hecho de que para 2030 la población mayor de 60 años supere a la población menor de 15 años, con implicaciones sobre la tasa de reemplazo de la población que deja de ser económicamente activa. También se destaca aquí un proceso de feminización del envejecimiento, esto es, una mayor esperanza de vida de las mujeres con respecto a los hombres, a tal punto que estiman que para 2070 la relación de feminidad (el número de mujeres por cada 100 hombres) se ubique en 126,5, dato por encima de las 122 mujeres que hubo en el país por cada 100 hombres en el año 2020. Para Valledupar, tomando la población mayor de 65 años, se tiene una relación de feminidad que pasa de 123,5 en 2018 a 136,5 en 2042 (Figura 1).
El caso de Valledupar
Valledupar no es ajena a esta tendencia. En 2024 hubo 60 mil personas registradas en la ciudad con edades superiores a 60 años, 9,4% de la población total. Sin embargo, se espera que para 2042 esa proporción ya esté alrededor de 13.6% con cerca de 110 mil personas, una población adulta mayor casi el doble a la existente hoy.
De hecho, es evidente que la evolución del índice de envejecimiento, medido como la proporción de personas mayores de 60 años frente al número de personas menores de 15 años de edad, refleja la necesidad de ajustar la oferta social ante el mayor peso relativo de este grupo poblacional.
En nuestra ciudad, este índice (Figura 2) muestra un crecimiento de 5,4 puntos porcentuales entre 2018 y 2024 y se espera que para 2042 la población mayor de 60 años sea cerca de dos terceras partes de aquella ubicada entre 0 y 15 años de edad. De hecho, se proyecta que para 2028 el número de personas menores de 15 de edad alcance su pico de 177 mil personas y, de allí en adelante, la población de este rango etario empiece a decrecer.
Recomendaciones para las autoridades
Con la conciencia de esta realidad, pretendemos desde Valledupar Cómo Vamos llamar la atención sobre la necesidad de volcar la vista sobre el diagnóstico de la población adulta mayor de la ciudad y entender sus preferencias y necesidades reales.
Espacios públicos, atención especializada, formación para aprovechar el tiempo que sobreviene después de la pensión y la vinculación a procesos de participación democrática con nuevas perspectivas se muestran como nuevas opciones para atender.
El gobierno municipal deberá fortalecer sus líneas de atención a esta población en razón al crecimiento en número en un futuro muy cercano y con pasos acelerados.
La discusión en torno al modelo de ocupación del Plan de Ordenamiento Territorial deberá tener en consideración estas dinámicas poblacionales que emergen y los sucesivos planes de desarrollo deberán contener las iniciativas para garantizar el aprovechamiento de esta tendencia, con especial énfasis de género según la perspectiva mostrada. De otra parte, el sector privado encontrará aquí un nicho de mercado poblacional que tendrá necesidades insatisfechas por atender y que ofrecen la opción de generar una nueva economía, la llamada economía plateada ( por lo de las canas), que de cuenta del cuidado de nuesta población mayor.
En particular, educar jóvenes en cuidado de adultos mayores se advierte como una posibilidad potente de generación de valor. Garantizar una atención de calidad no solo generará un mejor estilo de vida para nuestros adultos mayores sino que, probablemente, llamará la atención de nuestra diáspora que anhela y añora pasar su tiempo de retiro en un ambiente más tranquilo y cálido.
Por Raúl Villegas Ochoa, director Valledupar Cómo Vamos
