En medio del ajetreo de Bogotá, la voz de Pablo Guerrero y el sonido de la guacharaca de Yorbin Dibanis Serpa se han ganado un espacio entre pasajeros y transeúntes. Ambos son invidentes y se presentan en las calles y en estaciones de Transmilenio, donde cantan para ganarse la vida.
Con micrófono y parlante, interpretan salsa, merengue, vallenato y baladas, y con frecuencia se les ve en puntos como la carrera 15 con calle 94.
Videos de Pablo cantando clásicos del Binomio de Oro y de Diomedes Díaz se han vuelto virales en redes sociales. Los comentarios destacan la calidad de su talento: “Da mucho gusto oír esta voz, claramente mucho mejor que la de muchos famosos”, escribió un usuario. “Ese man canta mucho y una voz limpia, y si lo ven quieto es por su condición de invidente”, agregó otro internauta, resaltando el esfuerzo con el que ambos artistas se abren camino.
Páginas y cuentas dedicadas al folclor vallenato han compartido en varias ocasiones sus presentaciones. En perfiles como Notas del Folclor, Estampas Vallenatas y Checho Díaz Vallenato los describen como “dos señores invidentes” con un talento que merece una oportunidad, e invitan a la gente a detenerse un momento a escucharlos y a apoyarlos con algún aporte económico.
En algunos de esos videos incluso los presentan como un “dueto latino” y destacan sus interpretaciones de “bonito vallenato” en vivo.












