Publicidad
Categorías
Categorías
General - 9 febrero, 2014

Un vallenato dirige el Archivo de Bogotá

El Archivo de Bogotá, que hasta el momento es considerado el mejor de la nación, es dirigido por Gustavo Ramírez Ariza, un vallenato de pura cepa.

El vallenato Gustavo Ramírez es el actual director del Archivo de Bogotá.
El vallenato Gustavo Ramírez es el actual director del Archivo de Bogotá.

Allí donde reposan las memorias de la capital de la República de Colombia, donde hay más de un millón de registros y se conserva el patrimonio documental de la llamada ‘La Atenas Suramericana’, se encuentra el vallenato, Gustavo Ramírez, que dirige esta entidad archivística, considerada las más importante de Colombia.

Ramírez Ariza es abogado de la Universidad del Rosario, con especialización en Gerencia y Gestión Cultural de la misma, y con una maestría en Literatura en la Universidad Javeriana. Ocupó el cargo de subgerente de Artesanías de Colombia y fue asesor presidencial en temas culturales y hoy es el director del Archivo de Bogotá, el que en octubre del 2013 ganó el premio Jorge Palacios Preciado, en la modalidad Mejor Entidad Archivística.

Este vallenato le contó a El Pilón sus inicios en esta labor y su trayectoria en la misma.

EL PILÓN: ¿Cómo llegó al Archivo de Bogotá?

Gustavo Ramírez: En realidad, antes de que fuese honrado con este cargo mantuve una vinculación de casi cuatro años como contratista, con la que asesoré a la entidad en estrategias y políticas de compra de fondos patrimoniales, así como en la curaduría de diversas exposiciones sobre el patrimonio documental e histórico de Bogotá. Así que ya tenía un vínculo muy cercano con el Archivo cuando fui nombrado como su director, y creo que esa relación, una especie de largo período de prueba, fue fundamental para que la Alcaldía Mayor optara por mi nombre.

E.P: ¿Qué ha significado esa experiencia para usted?

G.R: Para alguien como yo, que ha sido gran parte de su vida un gestor cultural, pues naturalmente tiene un significado muy relevante, por la condición de capital del país. En Bogotá han confluido todos los colombianos con sus diversas identidades regionales, étnicas e históricas; yo mismo soy uno de esos cientos de “inmigrantes” vallenatos que por generaciones se han instalado en esta ciudad, que nos ha acogido con aprecio y en la que hemos podido sacar adelante muchos de nuestros sueños.

Ser director, entonces, de la entidad que se encarga de rescatar y socializar el patrimonio de todos esos colombianos, es un privilegio como pocos.

E.P: Supimos que esa entidad obtuvo un premio de la mayor importancia en el ámbito archivístico.

G.R: Sí, en efecto, el Archivo de Bogotá fue escogido como la entidad archivística destacada 2013 en el marco del premio que entrega la Sociedad Colombiana de Archivistas en recuerdo del lamentablemente fallecido doctor Jorge Palacios Preciado, ese gran historiador, escritor y archivista boyacense, gestor de la Ley General de Archivos, y quien -con sacrificio y denuedo- dedicó toda su vida a conservar la historia documental del país.

E.P: ¿Qué criterios considera que tuvo el jurado para otorgarle el primer puesto?

G.R: Quizás no sea elegante que yo mismo lo diga, pero la Sociedad reconoció los esfuerzos que hemos hecho por consolidar una audaz política distrital de archivos e impulsar y promover el adecuado funcionamiento del sistema distrital de archivos.

De igual manera, por crear nuevos fondos y colecciones documentales, por crear la primera hemeroteca de medios comunitarios y alternativos del país, así como la Fonoteca, Videoteca y Fototeca de la capital. También estamos editando la revista institucional del Archivo, de memoria, que se ha convertido en el único órgano de difusión de la comunidad archivística e histórica de la ciudad y el país.

E.P: ¿Cómo se siente ante este reconocimiento?

G.R: Satisfecho, pero más que como un reconocimiento, lo asumo como un reto y un estímulo para consolidar mi gestión.

E.P: Para usted ¿por qué es importante un archivo histórico en las ciudades?

G.R: Una ciudad sin archivo es una ciudad sin memoria de su pasado, es como si no existieran las huellas de quienes la forjaron. Naturalmente, la creación de un archivo histórico garantiza que ese legado se preserve y sea compartido por las actuales y futuras generaciones.

E.P: En Valledupar iniciaron la construcción de un archivo, ¿cómo percibe esta iniciativa?

G.R: Fundamental y de la mayor importancia. Porque crear, mantener y fortalecer un archivo para Valledupar y el departamento es un asunto que no daba espera, y en ello tenemos que coincidir todos los cesarenses, sin ningún distingo. Como vallenato que soy, apoyo esta iniciativa y estoy dispuesto a brindar todo el concurso y asesoría que se requiera. Es más: desde estas páginas me atrevo a proponer la construcción del archivo general del Cesar, que se constituya en el imprescindible y más que nunca necesario archivo histórico del Magdalena grande, y mantengamos viva así la memoria de la Provincia, el legado de nuestros mayores.

Por Annelise Barriga y Merlin Duarte García /El Pilón

 

General
9 febrero, 2014

Un vallenato dirige el Archivo de Bogotá

El Archivo de Bogotá, que hasta el momento es considerado el mejor de la nación, es dirigido por Gustavo Ramírez Ariza, un vallenato de pura cepa.


El vallenato Gustavo Ramírez es el actual director del Archivo de Bogotá.
El vallenato Gustavo Ramírez es el actual director del Archivo de Bogotá.

Allí donde reposan las memorias de la capital de la República de Colombia, donde hay más de un millón de registros y se conserva el patrimonio documental de la llamada ‘La Atenas Suramericana’, se encuentra el vallenato, Gustavo Ramírez, que dirige esta entidad archivística, considerada las más importante de Colombia.

Ramírez Ariza es abogado de la Universidad del Rosario, con especialización en Gerencia y Gestión Cultural de la misma, y con una maestría en Literatura en la Universidad Javeriana. Ocupó el cargo de subgerente de Artesanías de Colombia y fue asesor presidencial en temas culturales y hoy es el director del Archivo de Bogotá, el que en octubre del 2013 ganó el premio Jorge Palacios Preciado, en la modalidad Mejor Entidad Archivística.

Este vallenato le contó a El Pilón sus inicios en esta labor y su trayectoria en la misma.

EL PILÓN: ¿Cómo llegó al Archivo de Bogotá?

Gustavo Ramírez: En realidad, antes de que fuese honrado con este cargo mantuve una vinculación de casi cuatro años como contratista, con la que asesoré a la entidad en estrategias y políticas de compra de fondos patrimoniales, así como en la curaduría de diversas exposiciones sobre el patrimonio documental e histórico de Bogotá. Así que ya tenía un vínculo muy cercano con el Archivo cuando fui nombrado como su director, y creo que esa relación, una especie de largo período de prueba, fue fundamental para que la Alcaldía Mayor optara por mi nombre.

E.P: ¿Qué ha significado esa experiencia para usted?

G.R: Para alguien como yo, que ha sido gran parte de su vida un gestor cultural, pues naturalmente tiene un significado muy relevante, por la condición de capital del país. En Bogotá han confluido todos los colombianos con sus diversas identidades regionales, étnicas e históricas; yo mismo soy uno de esos cientos de “inmigrantes” vallenatos que por generaciones se han instalado en esta ciudad, que nos ha acogido con aprecio y en la que hemos podido sacar adelante muchos de nuestros sueños.

Ser director, entonces, de la entidad que se encarga de rescatar y socializar el patrimonio de todos esos colombianos, es un privilegio como pocos.

E.P: Supimos que esa entidad obtuvo un premio de la mayor importancia en el ámbito archivístico.

G.R: Sí, en efecto, el Archivo de Bogotá fue escogido como la entidad archivística destacada 2013 en el marco del premio que entrega la Sociedad Colombiana de Archivistas en recuerdo del lamentablemente fallecido doctor Jorge Palacios Preciado, ese gran historiador, escritor y archivista boyacense, gestor de la Ley General de Archivos, y quien -con sacrificio y denuedo- dedicó toda su vida a conservar la historia documental del país.

E.P: ¿Qué criterios considera que tuvo el jurado para otorgarle el primer puesto?

G.R: Quizás no sea elegante que yo mismo lo diga, pero la Sociedad reconoció los esfuerzos que hemos hecho por consolidar una audaz política distrital de archivos e impulsar y promover el adecuado funcionamiento del sistema distrital de archivos.

De igual manera, por crear nuevos fondos y colecciones documentales, por crear la primera hemeroteca de medios comunitarios y alternativos del país, así como la Fonoteca, Videoteca y Fototeca de la capital. También estamos editando la revista institucional del Archivo, de memoria, que se ha convertido en el único órgano de difusión de la comunidad archivística e histórica de la ciudad y el país.

E.P: ¿Cómo se siente ante este reconocimiento?

G.R: Satisfecho, pero más que como un reconocimiento, lo asumo como un reto y un estímulo para consolidar mi gestión.

E.P: Para usted ¿por qué es importante un archivo histórico en las ciudades?

G.R: Una ciudad sin archivo es una ciudad sin memoria de su pasado, es como si no existieran las huellas de quienes la forjaron. Naturalmente, la creación de un archivo histórico garantiza que ese legado se preserve y sea compartido por las actuales y futuras generaciones.

E.P: En Valledupar iniciaron la construcción de un archivo, ¿cómo percibe esta iniciativa?

G.R: Fundamental y de la mayor importancia. Porque crear, mantener y fortalecer un archivo para Valledupar y el departamento es un asunto que no daba espera, y en ello tenemos que coincidir todos los cesarenses, sin ningún distingo. Como vallenato que soy, apoyo esta iniciativa y estoy dispuesto a brindar todo el concurso y asesoría que se requiera. Es más: desde estas páginas me atrevo a proponer la construcción del archivo general del Cesar, que se constituya en el imprescindible y más que nunca necesario archivo histórico del Magdalena grande, y mantengamos viva así la memoria de la Provincia, el legado de nuestros mayores.

Por Annelise Barriga y Merlin Duarte García /El Pilón