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Judicial - 18 mayo, 2010

Supuesto paramilitar Hugues Rodríguez, fugitivo en Colombia, vive cómodo en Estados Unidos

Tomado de El Tiempo Está condenado en Colombia a nueve años por apoyar a paramilitares. En E.U maneja un carro de lujo, vive en un apartamento en Maryland e intenta transar tierras del Cesar que están embargadas. En un salón reservado del aeropuerto Dulles, cercano a Washington, se registró hace poco una reunión confidencial, a […]

Tomado de El Tiempo

Está condenado en Colombia a nueve años por apoyar a paramilitares. En E.U maneja un carro de lujo, vive en un apartamento en Maryland e intenta transar tierras del Cesar que están embargadas.
En un salón reservado del aeropuerto Dulles, cercano a Washington, se registró hace poco una reunión confidencial, a la que asistieron cuatro colombianos y miembros de la reputada oficina de abogados Baker & Botts, la cual fue monitoreada por agentes de Estados Unidos.
El tema tratado fue la suerte de casi el 30 por ciento de las hectáreas que la multinacional Drummond necesita adquirir o hacer expropiar para seguir explotando la mina de carbón de El Descanso, en el Cesar, la más grande a cielo abierto de América Latina.
Lo que inquietó a los agentes es que parte de ese terreno está embargado por orden de la Fiscalía General de la Nación, y que uno de los presentes en la reunión es un fugitivo de la justicia colombiana, que espera una sentencia en E.U., y a quien testigos señalan de ser el recaudador del dinero que alimentó la máquina criminal del paramilitar ‘Jorge 40’ en el Cesar.
El hombre, finamente vestido, con un precario inglés pero habilidoso en los negocios, es Hugues Manuel Rodríguez Fuentes, conocido como el ‘comandante Barbie’, quien tiene en el país una condena a cuestas por 9 años y medio. La acusación en su contra fue promoción del paramilitarismo y uso de una identidad falsa (Miguel Ángel Urrutia).
A pesar de ese prontuario, en E.U. está libre y sólo espera que le impongan una pena baja, tras haber firmado un acuerdo en el que aceptó el cargo de lavado de activos.
Mientras tanto, refina su inglés en un centro de idiomas, maneja un auto de gama alta y vive en un apartamento de 90 metros cuadrados que alquiló en Maryland, desde donde coordina negocios familiares y recibe abogados y amigos que llegan desde Valledupar a tratar temas varios.

Judicial
18 mayo, 2010

Supuesto paramilitar Hugues Rodríguez, fugitivo en Colombia, vive cómodo en Estados Unidos

Tomado de El Tiempo Está condenado en Colombia a nueve años por apoyar a paramilitares. En E.U maneja un carro de lujo, vive en un apartamento en Maryland e intenta transar tierras del Cesar que están embargadas. En un salón reservado del aeropuerto Dulles, cercano a Washington, se registró hace poco una reunión confidencial, a […]


Tomado de El Tiempo

Está condenado en Colombia a nueve años por apoyar a paramilitares. En E.U maneja un carro de lujo, vive en un apartamento en Maryland e intenta transar tierras del Cesar que están embargadas.
En un salón reservado del aeropuerto Dulles, cercano a Washington, se registró hace poco una reunión confidencial, a la que asistieron cuatro colombianos y miembros de la reputada oficina de abogados Baker & Botts, la cual fue monitoreada por agentes de Estados Unidos.
El tema tratado fue la suerte de casi el 30 por ciento de las hectáreas que la multinacional Drummond necesita adquirir o hacer expropiar para seguir explotando la mina de carbón de El Descanso, en el Cesar, la más grande a cielo abierto de América Latina.
Lo que inquietó a los agentes es que parte de ese terreno está embargado por orden de la Fiscalía General de la Nación, y que uno de los presentes en la reunión es un fugitivo de la justicia colombiana, que espera una sentencia en E.U., y a quien testigos señalan de ser el recaudador del dinero que alimentó la máquina criminal del paramilitar ‘Jorge 40’ en el Cesar.
El hombre, finamente vestido, con un precario inglés pero habilidoso en los negocios, es Hugues Manuel Rodríguez Fuentes, conocido como el ‘comandante Barbie’, quien tiene en el país una condena a cuestas por 9 años y medio. La acusación en su contra fue promoción del paramilitarismo y uso de una identidad falsa (Miguel Ángel Urrutia).
A pesar de ese prontuario, en E.U. está libre y sólo espera que le impongan una pena baja, tras haber firmado un acuerdo en el que aceptó el cargo de lavado de activos.
Mientras tanto, refina su inglés en un centro de idiomas, maneja un auto de gama alta y vive en un apartamento de 90 metros cuadrados que alquiló en Maryland, desde donde coordina negocios familiares y recibe abogados y amigos que llegan desde Valledupar a tratar temas varios.