Por: Jorge Naim Ruíz

Con la polémica desatada por la propuesta del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, de implementar en la capital del País los centros de consumo controlado de drogas ilícitas, la cual ha generado reacciones encontradas en los mismos altos mandos del gobierno nacional se me ocurre abordar en esta columna un tema espinoso y controversial, pero a la vez trascendente y socialmente relevante.
Sobre el anuncio del Alcalde de Bogotá hubo reacciones a favor como la del Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, quien manifestó que la propuesta de crear salas de consumo controlado para drogadictos es “audaz e interesante”, mientras que el también polémico Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez, manifestó que la propuesta es inconstitucional e ilegal y que Petro “Se la fumó verde” intentando decir con ello que es una propuesta descabellada.
De otra parte, la Ministra de Salud, Beatriz Londoño, expresó que a la luz de los convenios suscritos por Colombia en el marco del sistema de las Naciones Unidas, el Estado no puede suministrar drogas ilícitas a sus ciudadanos; unos a favor, otros en contra, lo cierto de todo este maremágnum generado por Petro es que se ha puesto el tema en la agenda del País y bienvenida la discusión, siempre que ella contribuya a encontrarle vías favorables a solucionar una problemática que por los caminos transitados hasta hoy, parece no tener salida.
Son muchos los músicos vallenatos afectados por la adicción a las drogas y la pregunta que nos hacemos es que estamos haciendo las autoridades, las instituciones públicas y privadas, las familias y – en general- la sociedad, quienes tenemos alguna corresponsabilidad social en buscarle alternativas al problema.
Da tristeza visitar lugares como la mal llamada “Playa”, en Bogotá, situada en la avenida Caracas entre calles 53 y 56, allí donde confluyen músicos de varios géneros, pero especialmente Mariachis, Tríos y Vallenatos que se reúnen para ofrecer al aire libre sus servicios, se ha focalizado una de las tantas “ollas” dedicadas al expendio de estupefacientes y la única manera de enfrentar ese flagelo por parte de las autoridades ha sido la ubicación de un CAI móvil, lo cual a mi juicio no sirve para mayor cosa.
Han sido muchos los cantantes, acordeoneros y demás acompañantes de conjuntos vallenatos que por causa de la droga han caído en desgracia, pocos se han levantado y la gran mayoría ha tocado fondo, sin que la comunidad vallenata haga mayor cosa al respecto; algunos por sus medios se han realizado tratamientos costosísimos y luego vuelven a caer en la adicción, otros han acudido a refugiarse en iglesias cristianas u organizaciones religiosas; en fin, la búsqueda de soluciones a un problema de salud publica ha estado siempre en lo individual y no en las instituciones obligadas a ello. Hoy cuando un mandatario local presenta una alternativa, en razón a que no se ve luz al final del túnel, le llueven rayos y centellas y se le viene medio mundo lanza en ristre.
Recientemente Juanes se ha pronunciado a favor de la legalización en el mundo, de algunas drogas ilícitas, como mecanismo de atacar el consumo y quitarle piso al narcotráfico y todos los problemas que él genera, en Colombia ya inició esa discusión que quienes manejan la doble moral no quieren dar; creo que la solución a los problemas no se encuentran ocultándolos, sino todo lo contrario, afrontándolos, discutiéndolos y visibilizándolos, así como las políticas publicas se deben socializar ex antes para cumplir con los principios de publicidad y participación.
Muchos de nuestros músicos vallenatos si requieren a gritos un plan de desintoxicación financiado por el estado, hay que decirlo sin tapujos que muchos de ellos no tienen la capacidad económica para costearse esos tratamientos y por eso están condenados a engrosar las filas de personas de la calle, es hora de que pensemos en algo que ayude a su recuperación.
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COLOFÓN: Me cuentan que avanza de manera muy satisfactoria el rodaje de la telenovela sobre la vida de Rafael Orozco Maestre y que la mayoría de locaciones están en diversos y hermoso Municipios del Cesar, ojalá que esta producción sea superior a muchas en las que han tratado de llevar a la pantalla chica la vida de nuestros artistas vallenatos.