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Columnista - 20 noviembre, 2013

Metas del milenio, ¿cómo está el Cesar?

Por Luis Napoleón de Armas P. Nos hemos acostumbrado a que la gestión de los mandatarios, de cualquier nivel, se perciba por los comunicados que las oficinas de prensa de los respectivos despachos, emiten; por lo general, solo nos damos cuenta de la acción gubernamental, por las obras de infraestructura física, pocos nos introducimos en el […]

Por Luis Napoleón de Armas P.

Nos hemos acostumbrado a que la gestión de los mandatarios, de cualquier nivel, se perciba por los comunicados que las oficinas de prensa de los respectivos despachos, emiten; por lo general, solo nos damos cuenta de la acción gubernamental, por las obras de infraestructura física, pocos nos introducimos en el mundo de las estadísticas que muestran el avance social, el verdadero termómetro de una gestión de gobierno.

La verdad es que en ninguno de los objetivos de desarrollo del milenio, ODM, establecidos para el periodo 1990-2015, se fija el número de puentes a construir; aquí el compromiso se centra en lo social, p.ej., está en reducir la pobreza, la tasa de mortalidad infantil, TMI, la mortalidad materna y en darle cobertura total a la educación en primaria, entre otras cosas. A dos años de la meta temporal acotada, solo 14 de los 50 indicadores se han cumplido. Por cuestiones de espacio solo me referiré a la mortalidad infantil.

Por la niñez pocos se preocupan, a pesar de sus circunstancias son patéticas; ellos no  tienen sindicatos, no hacen huelgas, ignoran la tragedia que les circunda, no marchan para reclamar sus derechos vitales. ¿Cuál era la situación de ellos en 1990? De pocas esperanzas. La OMS se puso una meta: bajar a un tercio la TMI, en cada país en el 2015, respecto a la que tuviera en 1990. Para este año, en Colombia morían 36 niños menores de cinco años por cada mil nacidos vivos, n.v; acorde con esto, nuestra meta se fijó en 12 muertes; estamos en 17.1, meta que no se podrá cumplir. Pero esta cifra no es para mostrar ante el mundo; Singapur tiene menos de tres, siendo muy joven como país.

Mientras tanto, ¿qué ha pasado en el Cesar? En 2005 la TMI fue 39.6/1.000n.v, y en 2012 esa tasa bajó a36.4/1.000, solo 3.2 puntos porcentuales de diferencia en siete años, con una rata de descenso de 0.988(-1.2%/año). Este es un panorama desolador. A este ritmo, se necesitarían 240 años para bajar la TMI a 12/1.000 (respondo por este cálculo).Este indicador necesita todo un programa de gobierno a largo plazo; morir tantos niños por falta de prevención y atención es talar el árbol de la sociedad.

La TMI, sirve para vislumbrar cómo vive un país o región, porque tiene correlaciones significativas con otras variables: población bajo línea de pobreza, ingreso per cápita, analfabetismo e inequidad, medida por el Gini. El gobernador LAM, en lo que le resta de su mandato, tiene la oportunidad de lucirse con una propuesta agresiva para conjurar este mal. Por la niñez, hacer todo.

[email protected]

Columnista
20 noviembre, 2013

Metas del milenio, ¿cómo está el Cesar?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

Por Luis Napoleón de Armas P. Nos hemos acostumbrado a que la gestión de los mandatarios, de cualquier nivel, se perciba por los comunicados que las oficinas de prensa de los respectivos despachos, emiten; por lo general, solo nos damos cuenta de la acción gubernamental, por las obras de infraestructura física, pocos nos introducimos en el […]


Por Luis Napoleón de Armas P.

Nos hemos acostumbrado a que la gestión de los mandatarios, de cualquier nivel, se perciba por los comunicados que las oficinas de prensa de los respectivos despachos, emiten; por lo general, solo nos damos cuenta de la acción gubernamental, por las obras de infraestructura física, pocos nos introducimos en el mundo de las estadísticas que muestran el avance social, el verdadero termómetro de una gestión de gobierno.

La verdad es que en ninguno de los objetivos de desarrollo del milenio, ODM, establecidos para el periodo 1990-2015, se fija el número de puentes a construir; aquí el compromiso se centra en lo social, p.ej., está en reducir la pobreza, la tasa de mortalidad infantil, TMI, la mortalidad materna y en darle cobertura total a la educación en primaria, entre otras cosas. A dos años de la meta temporal acotada, solo 14 de los 50 indicadores se han cumplido. Por cuestiones de espacio solo me referiré a la mortalidad infantil.

Por la niñez pocos se preocupan, a pesar de sus circunstancias son patéticas; ellos no  tienen sindicatos, no hacen huelgas, ignoran la tragedia que les circunda, no marchan para reclamar sus derechos vitales. ¿Cuál era la situación de ellos en 1990? De pocas esperanzas. La OMS se puso una meta: bajar a un tercio la TMI, en cada país en el 2015, respecto a la que tuviera en 1990. Para este año, en Colombia morían 36 niños menores de cinco años por cada mil nacidos vivos, n.v; acorde con esto, nuestra meta se fijó en 12 muertes; estamos en 17.1, meta que no se podrá cumplir. Pero esta cifra no es para mostrar ante el mundo; Singapur tiene menos de tres, siendo muy joven como país.

Mientras tanto, ¿qué ha pasado en el Cesar? En 2005 la TMI fue 39.6/1.000n.v, y en 2012 esa tasa bajó a36.4/1.000, solo 3.2 puntos porcentuales de diferencia en siete años, con una rata de descenso de 0.988(-1.2%/año). Este es un panorama desolador. A este ritmo, se necesitarían 240 años para bajar la TMI a 12/1.000 (respondo por este cálculo).Este indicador necesita todo un programa de gobierno a largo plazo; morir tantos niños por falta de prevención y atención es talar el árbol de la sociedad.

La TMI, sirve para vislumbrar cómo vive un país o región, porque tiene correlaciones significativas con otras variables: población bajo línea de pobreza, ingreso per cápita, analfabetismo e inequidad, medida por el Gini. El gobernador LAM, en lo que le resta de su mandato, tiene la oportunidad de lucirse con una propuesta agresiva para conjurar este mal. Por la niñez, hacer todo.

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