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Columnista - 20 abril, 2014

Gabo Vallenatólogo e inmortal

“Al escritor García Márquez hay que hacerle saber bien que uno la tierra donde nace es la que debe querer”

Por Luis Eduerdo Acosta

“Al escritor García Márquez hay que hacerle saber bien que uno la tierra donde nace es la que debe querer”

En el disco de Larga Duración “Fuera de concurso” grabado por Los Hermanos López con la Voz del Jilguero de América Jorge Oñate incluyeron una canción de la autoría de Armando Zabaleta Guevara titulada “Aracataca espera”, en la que el ilustre molinero hizo pública su inconformidad por las dificultades en que se encontraba el pueblo que vio nacer al autor de Cien Años de Soledad, mientras este regalaba en Venezuela un premio recientemente obtenido, canción que he recordado dos veces en el día de hoy, primero porque en horas de la mañana, el periodista Luis Noé Ochoa en el periódico El Tiempo se refirió a ese tema musical como “un mal vallenato”, y en este momento de la tarde, porque mientras disfrutaba de un poquito de mazamorra debajo de un palo de mango escuché por la Radio que Gabriel García Márquez acababa de fallecer.

Gracias a Dios que los genios no mueren sino que se van, su obra sustituye su presencia, no se les sepulta sino que se siembran para que germine su ejemplo y se multipliquen sus enseñanzas, el ha iniciado ya, la verdadera vida, sin duda, su llegada ha debido ser bulliciosa porque del combo, nadamas faltaba el, se le adelantaron Escalona, Leandro, Álvaro Cepeda, Germán Vargas, los pintores Obregón y Jaime Molina y ya Colacho (El Acordeonero de planta) debe estar en lo suyo.

No solo le gustaba el vallenato sino que lo entendía, Imposible olvidar la anécdota que contó en una de sus crónicas el maestro Julio Oñate Martínez, cuando después de escuchar a los Hermanos Zuleta interpretar la canción de la autoría de Emilianito “Mañanita de Invierno”, dijo el Nobel Cataquero al ex presidente Gaviria que no había escuchado antes una forma más bella y romántica de invitar a una mujer a hacer el amor; después de leer ese importantísimo comentario busque en mi colección ese CD que fue titulado con el nombre de esa canción y salió al mercado en el mes de abril de 1993, y la escuche varias veces y llegue a la ineludible conclusión que ese inimitable de la literatura universal tenía toda la razón, y quien lo dude que analice el siguiente aparte:

“Mira que el cielo se vuelve a arrugar, unas goticas empiezan a caer, vamos pa`adentro que nos vamos a mojar para que estemos bien solitos y yo así entregarte mi cariño pa`que tu te sientas mas mujer”

Allí quedo pintada la picardía de ese escritor y vallenatologo de los talones a la mollera, sabia de esa vaina y por eso alguna vez, se desempeño como jurado en el concurso de Acordeones en el Festival Vallenato en la ciudad de los Santos Reyes, y antes que se realizara el primer festival, ya el había organizado con el Maestro Escalona y otros el suyo en la tierra que lo vio nacer lo que prendió la chispa inicial del majestuoso evento que enorgullece no solo a los Vallenatos raizales sino a todos los amantes de su música

Las anteriores razones nos permiten afirmar que se ha ido uno de los padres putativos del Festival Vallenato.

Columnista
20 abril, 2014

Gabo Vallenatólogo e inmortal

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Eduardo Acosta Medina

“Al escritor García Márquez hay que hacerle saber bien que uno la tierra donde nace es la que debe querer”


Por Luis Eduerdo Acosta

“Al escritor García Márquez hay que hacerle saber bien que uno la tierra donde nace es la que debe querer”

En el disco de Larga Duración “Fuera de concurso” grabado por Los Hermanos López con la Voz del Jilguero de América Jorge Oñate incluyeron una canción de la autoría de Armando Zabaleta Guevara titulada “Aracataca espera”, en la que el ilustre molinero hizo pública su inconformidad por las dificultades en que se encontraba el pueblo que vio nacer al autor de Cien Años de Soledad, mientras este regalaba en Venezuela un premio recientemente obtenido, canción que he recordado dos veces en el día de hoy, primero porque en horas de la mañana, el periodista Luis Noé Ochoa en el periódico El Tiempo se refirió a ese tema musical como “un mal vallenato”, y en este momento de la tarde, porque mientras disfrutaba de un poquito de mazamorra debajo de un palo de mango escuché por la Radio que Gabriel García Márquez acababa de fallecer.

Gracias a Dios que los genios no mueren sino que se van, su obra sustituye su presencia, no se les sepulta sino que se siembran para que germine su ejemplo y se multipliquen sus enseñanzas, el ha iniciado ya, la verdadera vida, sin duda, su llegada ha debido ser bulliciosa porque del combo, nadamas faltaba el, se le adelantaron Escalona, Leandro, Álvaro Cepeda, Germán Vargas, los pintores Obregón y Jaime Molina y ya Colacho (El Acordeonero de planta) debe estar en lo suyo.

No solo le gustaba el vallenato sino que lo entendía, Imposible olvidar la anécdota que contó en una de sus crónicas el maestro Julio Oñate Martínez, cuando después de escuchar a los Hermanos Zuleta interpretar la canción de la autoría de Emilianito “Mañanita de Invierno”, dijo el Nobel Cataquero al ex presidente Gaviria que no había escuchado antes una forma más bella y romántica de invitar a una mujer a hacer el amor; después de leer ese importantísimo comentario busque en mi colección ese CD que fue titulado con el nombre de esa canción y salió al mercado en el mes de abril de 1993, y la escuche varias veces y llegue a la ineludible conclusión que ese inimitable de la literatura universal tenía toda la razón, y quien lo dude que analice el siguiente aparte:

“Mira que el cielo se vuelve a arrugar, unas goticas empiezan a caer, vamos pa`adentro que nos vamos a mojar para que estemos bien solitos y yo así entregarte mi cariño pa`que tu te sientas mas mujer”

Allí quedo pintada la picardía de ese escritor y vallenatologo de los talones a la mollera, sabia de esa vaina y por eso alguna vez, se desempeño como jurado en el concurso de Acordeones en el Festival Vallenato en la ciudad de los Santos Reyes, y antes que se realizara el primer festival, ya el había organizado con el Maestro Escalona y otros el suyo en la tierra que lo vio nacer lo que prendió la chispa inicial del majestuoso evento que enorgullece no solo a los Vallenatos raizales sino a todos los amantes de su música

Las anteriores razones nos permiten afirmar que se ha ido uno de los padres putativos del Festival Vallenato.