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Columnista - 17 abril, 2014

Fedegán, entre el gremialismo y la política

Tengo entendido que la asociación gremial es para aglutinar fuerzas y defender los intereses de un gremio determinado. Pero no parece ser el caso de Fedegán, al menos bajo la dirección de José Félix Lafaurie a quien escucho con frecuencia en el programa radial “Hora veinte” y en otros foros de alta política partidista y […]

Tengo entendido que la asociación gremial es para aglutinar fuerzas y defender los intereses de un gremio determinado. Pero no parece ser el caso de Fedegán, al menos bajo la dirección de José Félix Lafaurie a quien escucho con frecuencia en el programa radial “Hora veinte” y en otros foros de alta política partidista y leo sus columnas en los cuales casi siempre se refiere más al proceso de La Habana con las FARC que a los problemas de los ganaderos como si fuera el mismísimo jefe del uribismo, pese a los grandes problemas del sector lechero.

Creo, que los gremios sí pueden conceptualizar sobre las políticas que los gobiernos tracen sobre sus respectivos sectores, pero tirar líneas políticas a un gobierno, es harina de otro costal, para eso están los partidos, en especial los de oposición ideológica. Por ejemplo, cuando se discutía el TLC con los EE.UU, Fedegán podía hacerlo desde el llamado “cuarto de atrás” y no lo hizo, tal vez, porque esto ocurrió durante el alargado gobierno de Uribe y el uribismo de JFL es a prueba de balas, Fedegán no hizo nada por evitar lo fatal que sería este tratado para el sector ganadero, teniendo el conocimiento para, al menos, adivinarlo. Ahora, como plañidera, va de foro en foro, diciendo que la ganadería pequeña, que es casi toda como él mismo lo dice, se acabará, pero ya no hay tiempo para llorar.

Lo que necesitamos son fórmulas, la vigilancia del proceso de paz hay que dejársela a otros. Estas desviaciones son peligrosas; recordemos que Jorge Bisval, su antecesor, ha estado en el ojo del huracán por su supuesta vinculación con los “paras” y en ese tiempo, JFL callaba; hoy, por una mala reinserción, el país se llenó de bandas que ahora llaman bacrim. En manera alguna soy apologista de Santos y si toco este tema es porque yo vendo unas gotas de leche y contribuyo con Fedegán a su sostenimiento sin retribuciones de ningún tipo, y veo con preocupación que, frente a los TLC, no se hayan adoptado políticas de choque para salvar al pequeño productor. Comparto las declaraciones del gobernador Monsalvo acerca de la ruptura que estaría propiciando JFL con el gobierno Santos que podría alejar las posibilidades de aliviar a los pequeños productores. Utilizar a Fedegán como púlpito para atacar las políticas estatales, pese a los intereses gremiales, hará que este gremio vuele en girones. Este es el viacrucis de la ganadería.

Qué bueno que el talento de JFL se ponga al servicio de un gremio que tanto le ha aportado a la economía, en vez de hacer cabriolas para estar en la fila de la sucesión presidencial.

[email protected]

Columnista
17 abril, 2014

Fedegán, entre el gremialismo y la política

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

Tengo entendido que la asociación gremial es para aglutinar fuerzas y defender los intereses de un gremio determinado. Pero no parece ser el caso de Fedegán, al menos bajo la dirección de José Félix Lafaurie a quien escucho con frecuencia en el programa radial “Hora veinte” y en otros foros de alta política partidista y […]


Tengo entendido que la asociación gremial es para aglutinar fuerzas y defender los intereses de un gremio determinado. Pero no parece ser el caso de Fedegán, al menos bajo la dirección de José Félix Lafaurie a quien escucho con frecuencia en el programa radial “Hora veinte” y en otros foros de alta política partidista y leo sus columnas en los cuales casi siempre se refiere más al proceso de La Habana con las FARC que a los problemas de los ganaderos como si fuera el mismísimo jefe del uribismo, pese a los grandes problemas del sector lechero.

Creo, que los gremios sí pueden conceptualizar sobre las políticas que los gobiernos tracen sobre sus respectivos sectores, pero tirar líneas políticas a un gobierno, es harina de otro costal, para eso están los partidos, en especial los de oposición ideológica. Por ejemplo, cuando se discutía el TLC con los EE.UU, Fedegán podía hacerlo desde el llamado “cuarto de atrás” y no lo hizo, tal vez, porque esto ocurrió durante el alargado gobierno de Uribe y el uribismo de JFL es a prueba de balas, Fedegán no hizo nada por evitar lo fatal que sería este tratado para el sector ganadero, teniendo el conocimiento para, al menos, adivinarlo. Ahora, como plañidera, va de foro en foro, diciendo que la ganadería pequeña, que es casi toda como él mismo lo dice, se acabará, pero ya no hay tiempo para llorar.

Lo que necesitamos son fórmulas, la vigilancia del proceso de paz hay que dejársela a otros. Estas desviaciones son peligrosas; recordemos que Jorge Bisval, su antecesor, ha estado en el ojo del huracán por su supuesta vinculación con los “paras” y en ese tiempo, JFL callaba; hoy, por una mala reinserción, el país se llenó de bandas que ahora llaman bacrim. En manera alguna soy apologista de Santos y si toco este tema es porque yo vendo unas gotas de leche y contribuyo con Fedegán a su sostenimiento sin retribuciones de ningún tipo, y veo con preocupación que, frente a los TLC, no se hayan adoptado políticas de choque para salvar al pequeño productor. Comparto las declaraciones del gobernador Monsalvo acerca de la ruptura que estaría propiciando JFL con el gobierno Santos que podría alejar las posibilidades de aliviar a los pequeños productores. Utilizar a Fedegán como púlpito para atacar las políticas estatales, pese a los intereses gremiales, hará que este gremio vuele en girones. Este es el viacrucis de la ganadería.

Qué bueno que el talento de JFL se ponga al servicio de un gremio que tanto le ha aportado a la economía, en vez de hacer cabriolas para estar en la fila de la sucesión presidencial.

[email protected]