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Columnista - 20 diciembre, 2012

¡Coltán, el oro azul colombiano!

Por  Gustavo Cotes MedinaEn el mes de mayo de 2012, comentamos en El Pilón que el Coltán, mezcla de los minerales columbita y tantalita, dos grandes conductores de energía escasos en el mundo y fundamentales en la industria tecnológica de hoy, se está explotando en forma ilegal desde hace tres años por una población mayoritaria […]

Por  Gustavo Cotes Medina
En el mes de mayo de 2012, comentamos en El Pilón que el Coltán, mezcla de los minerales columbita y tantalita, dos grandes conductores de energía escasos en el mundo y fundamentales en la industria tecnológica de hoy, se está explotando en forma ilegal desde hace tres años por una población mayoritaria de indígenas y colonos que producen al mes un promedio de 60 toneladas en la región del Guainía.

Estas piedras protagonizan en forma silenciosa una historia confusa que le ha cambiado la vida a esta zona del país, donde los compradores extranjeros y la guerrilla colombiana están haciendo su agosto con el coltán, el oro azul colombiano. Se estima que los intermediarios de las multinacionales están pagando en la selva hasta 20 millones de pesos por tonelada.

Las autoridades mineras dicen que no han encontrado depósitos importantes de estos minerales en el país, pero todo parece indicar que en la montaña llamada Cerro Tigre, en pleno corazón del Parque Nacional, se está explotando una mina a cielo abierto en forma rudimentaria e ilegal, con presencia del cartel de Sinaloa, de México, y ante los ojos dormidos del Estado colombiano.

Fotos aéreas de la policía confirman que  unos cien metros cuadrados de montaña han sido desbastados en la zona. Los árboles frondosos de más de 20 metros de altura son reemplazados por canteras  de donde se extrae el coltán. La naturaleza sufre el rigor de los picos, palas, agua a presión y se siente zarandeada en forma violenta.

Las mayores reservas mundiales de coltán ya probadas están ubicadas en el Congo, con grandes secuelas de sangre y terror, Australia, Brasil y Tailandia. En Colombia no se ha certificado la existencia de ningún yacimiento y en Venezuela el gobierno afirma que tienen un potencial económico de 100.000 millones de dólares. Los principales países procesadores de este material son Alemania, China, Japón, Tailandia y Estados Unidos.

El coltán es un conductor ultra refractario, maleable, dúctil, de gran dureza, con alta resistencia a la corrosión, que se usa principalmente en la fabricación de condensadores electrolíticos de tantalio. Es un componente muy importante en los teléfonos móviles, GPS, satélites artificiales, misiles, computadores portátiles y televisores de plasma.

Según la Agencia Nacional de Minería, en Guainía no hay ninguna licencia de explotación legal de coltán ni de tungsteno, pero en Vichada existe una licencia de explotación desde 1995 que permite exportar las llamadas “arenas negras”. Es de anotar, que pese al alto valor del coltán en las zonas indígenas no hay evidencias de bonanza. La pobreza y el hambre rondan entre los 18.000 indígenas del departamento.

El gobierno tiene que evitar la explotación del coltán de manera indiscriminada, irracional e ilícita. Estos proyectos de selección, subastas y licencias ambientales, pueden tardar entre 10 y 15 años para empezar a producir. ¿Qué estamos esperando?

Es un hecho que hay coltán en Colombia en los departamentos de Vichada, Guainía y Vaupés en cuatro sub áreas que corresponden a más de dos millones de hectáreas con potencial, pero que es necesario realizar mayores estudios para confirmarlo. ¡El Servicio Geológico Colombiano carga con esta responsabilidad, pero queda la impresión de que está adormecido, porque la guerrilla y los intermediarios de las multinacionales, ya lo corroboraron, tienen su propia mina!

Esta columna solo pretende sumarse a las voces de alerta a las autoridades geológicas del país para que la guerrilla y las multinacionales no les metan gato por liebre: Están exportando tungsteno camuflado, que si tiene licencia de explotación, cuando realmente es coltán,  que cuesta ocho veces más.
[email protected]

Columnista
20 diciembre, 2012

¡Coltán, el oro azul colombiano!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gustavo Cotez Medina

Por  Gustavo Cotes MedinaEn el mes de mayo de 2012, comentamos en El Pilón que el Coltán, mezcla de los minerales columbita y tantalita, dos grandes conductores de energía escasos en el mundo y fundamentales en la industria tecnológica de hoy, se está explotando en forma ilegal desde hace tres años por una población mayoritaria […]


Por  Gustavo Cotes Medina
En el mes de mayo de 2012, comentamos en El Pilón que el Coltán, mezcla de los minerales columbita y tantalita, dos grandes conductores de energía escasos en el mundo y fundamentales en la industria tecnológica de hoy, se está explotando en forma ilegal desde hace tres años por una población mayoritaria de indígenas y colonos que producen al mes un promedio de 60 toneladas en la región del Guainía.

Estas piedras protagonizan en forma silenciosa una historia confusa que le ha cambiado la vida a esta zona del país, donde los compradores extranjeros y la guerrilla colombiana están haciendo su agosto con el coltán, el oro azul colombiano. Se estima que los intermediarios de las multinacionales están pagando en la selva hasta 20 millones de pesos por tonelada.

Las autoridades mineras dicen que no han encontrado depósitos importantes de estos minerales en el país, pero todo parece indicar que en la montaña llamada Cerro Tigre, en pleno corazón del Parque Nacional, se está explotando una mina a cielo abierto en forma rudimentaria e ilegal, con presencia del cartel de Sinaloa, de México, y ante los ojos dormidos del Estado colombiano.

Fotos aéreas de la policía confirman que  unos cien metros cuadrados de montaña han sido desbastados en la zona. Los árboles frondosos de más de 20 metros de altura son reemplazados por canteras  de donde se extrae el coltán. La naturaleza sufre el rigor de los picos, palas, agua a presión y se siente zarandeada en forma violenta.

Las mayores reservas mundiales de coltán ya probadas están ubicadas en el Congo, con grandes secuelas de sangre y terror, Australia, Brasil y Tailandia. En Colombia no se ha certificado la existencia de ningún yacimiento y en Venezuela el gobierno afirma que tienen un potencial económico de 100.000 millones de dólares. Los principales países procesadores de este material son Alemania, China, Japón, Tailandia y Estados Unidos.

El coltán es un conductor ultra refractario, maleable, dúctil, de gran dureza, con alta resistencia a la corrosión, que se usa principalmente en la fabricación de condensadores electrolíticos de tantalio. Es un componente muy importante en los teléfonos móviles, GPS, satélites artificiales, misiles, computadores portátiles y televisores de plasma.

Según la Agencia Nacional de Minería, en Guainía no hay ninguna licencia de explotación legal de coltán ni de tungsteno, pero en Vichada existe una licencia de explotación desde 1995 que permite exportar las llamadas “arenas negras”. Es de anotar, que pese al alto valor del coltán en las zonas indígenas no hay evidencias de bonanza. La pobreza y el hambre rondan entre los 18.000 indígenas del departamento.

El gobierno tiene que evitar la explotación del coltán de manera indiscriminada, irracional e ilícita. Estos proyectos de selección, subastas y licencias ambientales, pueden tardar entre 10 y 15 años para empezar a producir. ¿Qué estamos esperando?

Es un hecho que hay coltán en Colombia en los departamentos de Vichada, Guainía y Vaupés en cuatro sub áreas que corresponden a más de dos millones de hectáreas con potencial, pero que es necesario realizar mayores estudios para confirmarlo. ¡El Servicio Geológico Colombiano carga con esta responsabilidad, pero queda la impresión de que está adormecido, porque la guerrilla y los intermediarios de las multinacionales, ya lo corroboraron, tienen su propia mina!

Esta columna solo pretende sumarse a las voces de alerta a las autoridades geológicas del país para que la guerrilla y las multinacionales no les metan gato por liebre: Están exportando tungsteno camuflado, que si tiene licencia de explotación, cuando realmente es coltán,  que cuesta ocho veces más.
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