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Editorial - 21 agosto, 2012

Colombia, país de regiones

Colombia es un país de regiones lo hemos dicho varias veces en estas páginas. Y en el caso de nuestra nacionalidad, con muchas razones hay que decir que esa característica es una condición positiva para su desarrollo económico, social y cultural, sin ahondar en la ventaja geográfica y de diversidad ambiental; una verdadera riqueza de […]

Colombia es un país de regiones lo hemos dicho varias veces en estas páginas. Y en el caso de nuestra nacionalidad, con muchas razones hay que decir que esa característica es una condición positiva para su desarrollo económico, social y cultural, sin ahondar en la ventaja geográfica y de diversidad ambiental; una verdadera riqueza de todos, aún sin valorar debidamente.
En realidad, debido al excesivo centralismo histórico no hemos sido capaces de articular bien esa diversidad regional y en lugar de aprovecharla como ventaja, desarrollando mercados regionales, potencializando condiciones particulares y articulando esas regiones con nuestros países vecinos; por el contrario, se ha convertido en una fuente de inequidad y malestar, debido, reiteramos, a la falta de unas mejores reglas de juego entre el poder central y esas regiones que, insistimos, en buena hora caracterizan nuestra esencia como nación.
Y celebramos que para debatir ese tema con vallenatos y cesarenses esté en Valledupar, hoy martes, uno de los líderes de lo que fue el Voto Caribe, que en un pronunciamiento sin precedentes, en 2009, cuando logró que los habitantes de la región expresaran su voluntad a favor de  la creación de una Región Autónoma, que, sin romper el sentido de la unidad nacional, permitiera a todos los colombianos ser protagonistas de su propio destino y actores en el drama de su devenir histórico.
Se trata del abogado, ex constituyente del 91, exministro, ex parlamentario y ex gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, hombre de ideas liberales, quien viene invitado por la Cátedra de Pensamiento Jurídico, filosófico y Humanístico de la Universidad Popular del Cesar (UPC), y en una conferencia-diálogo con los asistentes, volverá a plantear su propuesta de Región, que ya comienza a tener eco en los sectores más lejanos del poder y que – tradicionalmente- han sido marginados de toda iniciativa de desarrollo nacional.
La Constitución de 1991, en sus artículos 286, 306, 307 y 304, brinda un marco jurídico amplio para facilitar la asociación de dos o varios departamentos y crear regiones que faciliten el desarrollo de estos territorios, reconociendo características geográficas, culturales e históricas y económicas, que están por encima, inclusive, de nuestra actual división territorial departamental.
Saludamos la presencia de Verano De la Rosa, hombre progresista, sin lugar a dudas una de las mejores promesas de la Costa Atlántica, de quien estamos seguros nos brindará luces sobre las perspectivas del desarrollo regional, en unas nuevas reglas de juego Nación-regiones, y una relación más equitativa y constructiva entre el centralismo excesivo que nos ahoga y unos deseos reprimidos de potencializar el desarrollo de regiones como el Caribe, como ha sido anhelo de los costeños desde hace más de cien años.
No dudamos en invitar a nuestros colaboradores, suscriptores y lectores, en general, a este diálogo con Verano De la Rosa, con la certeza de que el mismo será productivo para el futuro de Valledupar y el Cesar, cuando se habla de globalización, de TLC, en condiciones políticas, económicas y sociales tan precarias, que nos plantean el imperativo de organizarnos como Región Caribe, con visión de futuro, de equidad social y con fundamento en una identidad cultural, geográfica e histórica sin discusión. Colombia es un país de regiones y así se debe reconocer en un nuevo marco jurídico, político y administrativo. Bienvenido este diálogo.

Editorial
21 agosto, 2012

Colombia, país de regiones

Colombia es un país de regiones lo hemos dicho varias veces en estas páginas. Y en el caso de nuestra nacionalidad, con muchas razones hay que decir que esa característica es una condición positiva para su desarrollo económico, social y cultural, sin ahondar en la ventaja geográfica y de diversidad ambiental; una verdadera riqueza de […]


Colombia es un país de regiones lo hemos dicho varias veces en estas páginas. Y en el caso de nuestra nacionalidad, con muchas razones hay que decir que esa característica es una condición positiva para su desarrollo económico, social y cultural, sin ahondar en la ventaja geográfica y de diversidad ambiental; una verdadera riqueza de todos, aún sin valorar debidamente.
En realidad, debido al excesivo centralismo histórico no hemos sido capaces de articular bien esa diversidad regional y en lugar de aprovecharla como ventaja, desarrollando mercados regionales, potencializando condiciones particulares y articulando esas regiones con nuestros países vecinos; por el contrario, se ha convertido en una fuente de inequidad y malestar, debido, reiteramos, a la falta de unas mejores reglas de juego entre el poder central y esas regiones que, insistimos, en buena hora caracterizan nuestra esencia como nación.
Y celebramos que para debatir ese tema con vallenatos y cesarenses esté en Valledupar, hoy martes, uno de los líderes de lo que fue el Voto Caribe, que en un pronunciamiento sin precedentes, en 2009, cuando logró que los habitantes de la región expresaran su voluntad a favor de  la creación de una Región Autónoma, que, sin romper el sentido de la unidad nacional, permitiera a todos los colombianos ser protagonistas de su propio destino y actores en el drama de su devenir histórico.
Se trata del abogado, ex constituyente del 91, exministro, ex parlamentario y ex gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, hombre de ideas liberales, quien viene invitado por la Cátedra de Pensamiento Jurídico, filosófico y Humanístico de la Universidad Popular del Cesar (UPC), y en una conferencia-diálogo con los asistentes, volverá a plantear su propuesta de Región, que ya comienza a tener eco en los sectores más lejanos del poder y que – tradicionalmente- han sido marginados de toda iniciativa de desarrollo nacional.
La Constitución de 1991, en sus artículos 286, 306, 307 y 304, brinda un marco jurídico amplio para facilitar la asociación de dos o varios departamentos y crear regiones que faciliten el desarrollo de estos territorios, reconociendo características geográficas, culturales e históricas y económicas, que están por encima, inclusive, de nuestra actual división territorial departamental.
Saludamos la presencia de Verano De la Rosa, hombre progresista, sin lugar a dudas una de las mejores promesas de la Costa Atlántica, de quien estamos seguros nos brindará luces sobre las perspectivas del desarrollo regional, en unas nuevas reglas de juego Nación-regiones, y una relación más equitativa y constructiva entre el centralismo excesivo que nos ahoga y unos deseos reprimidos de potencializar el desarrollo de regiones como el Caribe, como ha sido anhelo de los costeños desde hace más de cien años.
No dudamos en invitar a nuestros colaboradores, suscriptores y lectores, en general, a este diálogo con Verano De la Rosa, con la certeza de que el mismo será productivo para el futuro de Valledupar y el Cesar, cuando se habla de globalización, de TLC, en condiciones políticas, económicas y sociales tan precarias, que nos plantean el imperativo de organizarnos como Región Caribe, con visión de futuro, de equidad social y con fundamento en una identidad cultural, geográfica e histórica sin discusión. Colombia es un país de regiones y así se debe reconocer en un nuevo marco jurídico, político y administrativo. Bienvenido este diálogo.