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Columnista - 16 mayo, 2014

Centro de ruinas

Las normas del POT sobre el Centro Histórico que cubre 8 manzanas alrededor de la Plaza Alfonso López Pumarejo, según el Dr. José Antonio Maya Martínez, uno de los principales ejecutores del desarrollo de Valledupar a través de muchas urbanizaciones “condena de antemano al detrimento de los inmuebles que en esa zona están ubicados con […]

Las normas del POT sobre el Centro Histórico que cubre 8 manzanas alrededor de la Plaza Alfonso López Pumarejo, según el Dr. José Antonio Maya Martínez, uno de los principales ejecutores del desarrollo de Valledupar a través de muchas urbanizaciones “condena de antemano al detrimento de los inmuebles que en esa zona están ubicados con el lógico perjuicio económico de sus propietarios”. Esa es una afirmación axiomática, nada más hay que ir a ver el desastre que hay en esa zona donde la gran mayoría de las que fueron majestuosas residencias están en ruinas y abandonadas, por dentro no tienen nada sino paredes y techos en el suelo y ya comienzan a caerse por fuera como es el caso de la casona de estilo republicano ubicada en la calle 15 con carrera 7, hoy de propiedad del Dr. Blas García y sus hijos, adquirida para hacer un bello y cómodo hotel, conservando su línea arquitectónica, pero que gracias al famoso Plan Centro no fue posible realizar y hoy 25 años después, está al borde de meterle un buldózer y por lo menos utilizar el lote de 2000M² para un parqueadero que bastante falta hace, si el municipio y el Ministerio de la Cultura no resuelven comprar e invertir en su remodelación para construir allí una obra que satisfaga las necesidades de nuestros artistas, compositores, escritores y todo lo que se relacione con la cultura y el folclor.

Al empresario Uribe Morón le pasó lo mismo, compró la bomba de Gil Strauch conocida por todos, con el fin de reformarla y hacer una EDS moderna y bella, pero enseguida surgieron los obstáculos y 15 años después está esperando la decisión del Ministerio de la Cultura para ejecutar su gran proyecto, pues ya al frente están levantando un moderno edificio de varios pisos y amplias zonas comerciales.

Está bien que se trate de preservar el entorno de La Plaza, donde ya queda poco, solo las casas de los Murgas, Molina, Maestre Pavajeau, Monsalvo Villazón, Castro Mejía, Montero Castro, Castro Maya, Castro Castro y Cabello Castro, que por la capacidad económica de sus propietarios las conservan y residen sin recibir un solo subsidio del Estado para ello, tal como acontece en Santa Marta, que reconstruyeron su Centro Histórico, porque tienen historia importante, pero con cuantiosos recursos de la Nación.

Loable la labor adelantada por la Fundación AVIVA con doña Alba Luque a la cabeza de preservar todas esas joyas arquitectónicas que fueron bellas casonas, que hoy duele en el alma decir “van pa´el suelo”, pero tenga la seguridad distinguida dama, que dentro de muy poco ese Centro Histórico por el cual usted tanto ha luchado, será un Centro de Ruinas, pues sus propietarios no están pendientes de su rehabilitación.

Al desarrollo es difícil oponerse y ya ven como en Cartagena destruyen casas llenas de historia y grandeza para hacer edificios y hoteles y lo mismo pasó en Panamá que destruyeron su Centro Histórico y lo convirtieron en un Centro Comercial de grandes rascacielos que orgullosos hoy exhiben ante el mundo.

Sería largo enumerar las casas que hoy tienden a caerse, entre ellas donde nació y se crió el famoso pintor Jaime Molina, la casa del Dr. Pupo, la de los Pupo, que tiene una parte arrendada, pero la otra está abandonada, la que fue porque ya no existe de la familia Bendeck, otra que le sigue que no sé de quien era y así muchas más con la del Dr. Blas García a la cabeza.

Concluyo con las palabras de Toño Maya: “El Plan Centro no sirve para nada, hay que modificarlo y preservar el entorno de la Plaza, pues ataja el progreso de una ciudad pujante y en vía de desarrollo como Valledupar”.

Columnista
16 mayo, 2014

Centro de ruinas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Las normas del POT sobre el Centro Histórico que cubre 8 manzanas alrededor de la Plaza Alfonso López Pumarejo, según el Dr. José Antonio Maya Martínez, uno de los principales ejecutores del desarrollo de Valledupar a través de muchas urbanizaciones “condena de antemano al detrimento de los inmuebles que en esa zona están ubicados con […]


Las normas del POT sobre el Centro Histórico que cubre 8 manzanas alrededor de la Plaza Alfonso López Pumarejo, según el Dr. José Antonio Maya Martínez, uno de los principales ejecutores del desarrollo de Valledupar a través de muchas urbanizaciones “condena de antemano al detrimento de los inmuebles que en esa zona están ubicados con el lógico perjuicio económico de sus propietarios”. Esa es una afirmación axiomática, nada más hay que ir a ver el desastre que hay en esa zona donde la gran mayoría de las que fueron majestuosas residencias están en ruinas y abandonadas, por dentro no tienen nada sino paredes y techos en el suelo y ya comienzan a caerse por fuera como es el caso de la casona de estilo republicano ubicada en la calle 15 con carrera 7, hoy de propiedad del Dr. Blas García y sus hijos, adquirida para hacer un bello y cómodo hotel, conservando su línea arquitectónica, pero que gracias al famoso Plan Centro no fue posible realizar y hoy 25 años después, está al borde de meterle un buldózer y por lo menos utilizar el lote de 2000M² para un parqueadero que bastante falta hace, si el municipio y el Ministerio de la Cultura no resuelven comprar e invertir en su remodelación para construir allí una obra que satisfaga las necesidades de nuestros artistas, compositores, escritores y todo lo que se relacione con la cultura y el folclor.

Al empresario Uribe Morón le pasó lo mismo, compró la bomba de Gil Strauch conocida por todos, con el fin de reformarla y hacer una EDS moderna y bella, pero enseguida surgieron los obstáculos y 15 años después está esperando la decisión del Ministerio de la Cultura para ejecutar su gran proyecto, pues ya al frente están levantando un moderno edificio de varios pisos y amplias zonas comerciales.

Está bien que se trate de preservar el entorno de La Plaza, donde ya queda poco, solo las casas de los Murgas, Molina, Maestre Pavajeau, Monsalvo Villazón, Castro Mejía, Montero Castro, Castro Maya, Castro Castro y Cabello Castro, que por la capacidad económica de sus propietarios las conservan y residen sin recibir un solo subsidio del Estado para ello, tal como acontece en Santa Marta, que reconstruyeron su Centro Histórico, porque tienen historia importante, pero con cuantiosos recursos de la Nación.

Loable la labor adelantada por la Fundación AVIVA con doña Alba Luque a la cabeza de preservar todas esas joyas arquitectónicas que fueron bellas casonas, que hoy duele en el alma decir “van pa´el suelo”, pero tenga la seguridad distinguida dama, que dentro de muy poco ese Centro Histórico por el cual usted tanto ha luchado, será un Centro de Ruinas, pues sus propietarios no están pendientes de su rehabilitación.

Al desarrollo es difícil oponerse y ya ven como en Cartagena destruyen casas llenas de historia y grandeza para hacer edificios y hoteles y lo mismo pasó en Panamá que destruyeron su Centro Histórico y lo convirtieron en un Centro Comercial de grandes rascacielos que orgullosos hoy exhiben ante el mundo.

Sería largo enumerar las casas que hoy tienden a caerse, entre ellas donde nació y se crió el famoso pintor Jaime Molina, la casa del Dr. Pupo, la de los Pupo, que tiene una parte arrendada, pero la otra está abandonada, la que fue porque ya no existe de la familia Bendeck, otra que le sigue que no sé de quien era y así muchas más con la del Dr. Blas García a la cabeza.

Concluyo con las palabras de Toño Maya: “El Plan Centro no sirve para nada, hay que modificarlo y preservar el entorno de la Plaza, pues ataja el progreso de una ciudad pujante y en vía de desarrollo como Valledupar”.